miércoles, 16 de octubre de 2019

ZOON MYTHON: CONSULTORÍA Y ASESORÍA FILOSÓFICA


Nunca sabremos qué quiso decir Aristóteles exactamente con la expresión “zoon or anthropon logon echon”[1], que la tradición terminó traduciendo como «animal u hombre racional», tal vez para otorgarle al hombre la primacía de la racionalidad sobre el resto de los animales y separarse de ellos como ser superior. Pudieron haberlo traducido como viviente racional y la intención de superioridad seguiría manteniéndose sobre el resto de las especies.

Heidegger reinterpretó la expresión aristotélica como un «animal que habla o animal hablante», con lo cual desplazó la racionalidad del hombre a otro plano dándole preeminencia a la condición humana como el ser de la palabra. Interpretación que calza con la expresión “zoon politikón”, con la cual Aristóteles define al hombre en su referencia e intercambio en la Polis.

Logos (en griego λóγος -lôgos-) tiene varios significados. Por un parte significa la palabra meditada, reflexionada o razonada. Se puede traducir como: habla, palabra, razonamiento, argumentación o discurso. También puede ser entendida como: inteligencia, pensamiento, sentido[2]. Como apreciamos es un término complejo nada fácil ni de traducir ni de interpretar.

Recordemos que para Heráclito logos es la razón universal que guía el universo todo. Un principio universal.
Visto el hombre a vuelta de tantos siglos, no sabemos si la definición de Aristóteles es una de las formas en la que se dice el hombre o que se dice de él. Porque éste al igual que el ser debe decirse de muchas maneras.

Platón contó muchos mitos para explicar lo que tenía que explicar. Cuando el filósofo viene explicando algo de pronto narra un mito como quien cuenta una anécdota para ser más explicito. Debe ser que él había observado que los hombres entendían las cosas más fácilmente cuando se les contaba un mito, por ser éstos parte de su cultura diaria. En Platón hay una estrecha articulación entre los argumentos y los mitos.

Ernst Cassirer definió al hombre como “animal simbólico”[3] basado en que la principal característica de éste es la capacidad de simbolización. ¿De dónde le viene al hombre este simbolismo que expresa en su hacer?

A la anterior pregunta me atrevo a responder que le viene del mito, de esos relatos que se refieren a acontecimientos que buscan dar una explicación a un hecho o un fenómeno, que forman parte del sistema de creencias de una cultura[4]. El hombre vive en el mito y de esa narración simbólica se nutre permanentemente. 

De allí que elabore todas esas ficciones que le permiten vivir en un mundo de constantes contingencias erigiendo dioses, religiones, filosofía, ciencia, ética, política, arte, líderes, club de fans y todas aquellas cosas que necesitamos para llevar adelante el día a día.

No es extraño que alguien lloré desesperadamente porque ha muerto su cantante o actor favorito, esto es parte de la creación de nuestros mitos. Qué bien dijo Platón son pseudo verdades. Pero con las cuales podemos llevar los haceres de cada día.

Mitos tenemos muchos. Ahora con la industria publicitaria y el marketing se crean a raudales. Porque al humano le gustan esas narraciones fantásticas, no es extraño que los mismos pervivan en sujetos de diversas clases sociales y estatus económicos, cada quien sus mitos a la medida.

El hombre es un ser de mitos, de narraciones y explicaciones extraordinarias que nada tienen que ver con los argumentos racionales. Una explicación racional no convence a nadie, en cambio un cuento de acontecimientos prodigiosos fascina y cautiva al humano, en él termina creyendo como si lo hubiese visto.

Por eso creemos que tenemos una conexión cósmica con el universo, y que éste nos depara algo; o creemos en que existe una justicia en el mundo por la cual a los malos le va  a ir mal por lo que han hecho. Que las cosas se dan por alguna causa divina, cósmica que no conocemos, y entre menos conozcamos mejor porque más alimenta el mito.

Gran parte de nuestra vida está conformada por mitos y éstos nos dan explicaciones sobre las cosas que nos suceden. Le dan sentido a nuestro vivir y eso es importante. Vivimos en el mito y éste nos alimenta. Sin el mito la vida sería muy desgraciada, muy llena de orfandad y soledad. Gracias al mito somos humanos.

Referencias:
Twitter: @obeddelfin


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