Con
respecto a la problemática de la libertad, es necesario determinar la
naturaleza de las cosas y las causas que sobre éstas imperan. En primer
término,
Las cosas que devienen y las que son, devienen
todas las que devienen y son todas las
que son o en virtud de alguna causa o ambas sin causa; o unas sin causa
y otras con causa en ambas clases de cosas; o bien, todas las que devienen,
devienen con causa y, de las que son, unas son con causa y otras sin causa o
ninguna con causa; o, a la inversa, las que son, todas con causa y, de la que
devienen unas con causa y otras sin causa o ninguna de ellas con causa[1].
Plotino
establece el dualismo de las cosas. Por una parte, los seres en seres que son;
por otra los seres que devienen. Los primeros son los seres eternos, esto es,
Lo Uno, La Inteligencia y El Alma del universo. Los segundos son aquellos seres
que devienen y son mortales, entre éstos el hombre.
A
partir este dualismo, Plotino propone sus cinco hipótesis de estudio. Para
indicar esquematizar las hipótesis de estudio determino:
(A):
Los seres que son
(B):
los seres que devienen
§ Primera hipótesis: (A) y (B) son
con causa.
§ Segunda hipótesis: (A) y (B) son sin causa.
§ Tercera hipótesis: (A) o (B)
unas son con causa y otras sin causa.
§ Cuarta hipótesis: (A) unas son
con causa y otras sin causa
(B) todas son
con causa.
§
Quinta hipótesis:
(A)
todas son con causa.
(B) unas con causa y otras sin causa.
La
cuarta hipótesis es, para Plotino, la hipótesis verdadera.
Rechaza
la primera y segunda hipótesis por ser
omniabarcantes, excluyentes entre sí y porque no diferencian cualitativamente
los seres y las causas. La tercera hipótesis posee el mismo defecto de las dos
anteriores. La con respecto a la quinta hipótesis ésta es rechazada por ser
opuesta a la cuarta hipótesis, y al ser opuesta es falsa.
A
partir de la cuarta hipótesis el filósofo asume:
§ Primero, todos los seres que devienen son con causa o causados. Con lo
cual se establece una estricta relación causa-efecto, a la cual están sometidos
todos los seres de esta naturaleza y no pueden escapar de ella. En este
sentido, tenemos un estricto determinismo por parte de Plotino, en lo que
respecta a estos seres que habitan en el cosmos inferior.
§ Segundo, entre los seres que son, Plotino establece la existencia de un
único ser sin causa, éste es lo Uno (Tó Hén)
Ser Primerísimo e incausado, por ser lo
Uno causa sui. Entre los seres que son con causa, tenemos: la Inteligencia (Noús) y el Alma del universo (Psykhé), que son causados por la
emanación de Lo Uno (Tó Hén).
Plotino
determina una causalidad de carácter cualitativo, que determina la naturaleza
de los seres. Por una parte, una causa primera y divina que es generadora de
los seres eternos; por otra, la causa que genera la naturaleza de los seres que
devienen, que son cualitativamente diferentes. Porque aun cuando el Noús y la Psykhé son causados no devienen, pues éstos son divinos, inmutables
y eternos. Los seres que acontecen son,
en por el contrario, contingentes y perecederos. Se da una dualidad causal y de
seres.
Plotino
establece la división causal para determinar que no es posible asignarle la
misma causa a un ser eterno que a un ser que deviene, pues entre ambos media la
naturaleza y esencia de cada uno. Tal división cualitativa responde a la
cosmovisión del filósofo.
A
partir de esta cualificación, la problemática de la libertad de la voluntad
tiene un campo particular de causas opuestas y complementarias en el cual ésta
se manifiesta. Por cuanto Plotino parte de una visión dual entre naturaleza y
esencia de los seres, la cual con respecto a los seres no divinos la dualidad
es más compleja. Ya que en éstos la constitución causal no es única sino
divergente y dual.
Lo
anterior nos ubica ante una metafísica de libertad que está más allá y
determina la libertad de la voluntad. Una libertad del cosmos superior y una
libertad del cosmos inferior. Una libertad divina y una antropológica, esta
última es la que acá indagamos.