domingo, 18 de febrero de 2024

EL APRENDIZ DE MUÑECAS DE TRAPO


 

Empecé este año a indagar sobre las técnicas de la elaboración de las muñecas de trapo, porque el año pasado estuve tras las muñequeras para ir aprendiendo en qué consistía ese mundo.

Ese trabajo casi lo tengo listo. Pero como se jodieron los PC tuve que dejar el trabajo temporalmente en la cuneta. Lo he ofrecido a dos instituciones y ni bolas me han parado, de eso escribiré en otra oportunidad.

Ahora voy a otra verga. La Sharira me reclamó que el trabajo era sobre las muñequeras y no sobre las muñecas de trapo, como ella sabe de esa vaina es fácil hacer la observación. Pero yo no sabía una mierda sobre las muñecas de trapo. Por eso tuve que comenzar por lo más evidente, como recomendaba el viejo Aristóteles, por las muñequeras.

Quienes son esas mujeres que hacen las muñecas. El trabajo va coqueto. Pero una vaina es ver las muñecas y otra es saber cuáles son las técnicas de cómo se elaboran y de dónde vienen esas técnicas.

Primero, tenemos que tener en cuenta que si son de trapo vienen de una cultura textil. Por el contrario, nuestros muchachos indovenezolanos antes que fuesen venezolanos previendo que se venían los tiempos del tik tok y de las only fans andaban en cueros, en pelota. A lo sumo un taparrabo.

Los indovenezolanos son de una cultura vegetal. Por tanto, no podían hacer muñecas de trapo, las hacían de fibra vegetal. La peruana y mexicana si son textiles y seguro ellos si hicieron muñecas o muñecos de trapo. Nosotros no.

Pero esto es otra vaina. Vamos al tema

La verga es esta, tengo que descubrir lo que ya está descubierto: Cómo se hacen técnicamente las muñecas de trapo. Y vuala, la Clairet se aparece que va a dictar un taller de elaboración de muñecas de trapo, allá en La Casona. Del carajo, y para allá me fui.

No es que yo quiera convertirme en muñequero, no esa no es la vaina. La vaina es como dice el compadre Hegel, si quereis aprender a nadar te tenei que lanzar de cabeza al agua. Y eso fue lo que hice.

Me puse a revisar las muñecas que sacaba la Clairet del bolso del Gato Félix. La vaina tiene muchas divisiones y subdivisiones en tipos de muñecas. Creo que las técnicas básicas de elaboración son pocas. Lo sospecho. Pero también de eso hablaré en otro momento.

Me puse a hacer mi muñeca pensando varias cosas que había estado conversando con Elva Villegas y que tengo que seguir conversando. Empezamos con la técnica de rollito, con la tela o el trapo se hace un rollito, en este caso para la cabeza y el torso, porque uno de primera no se puede lanzar en honduras. Porque se lo lleva el caimán.

Pero a medida que pasaba el tiempo la muñequita se iba pareciendo a Linda Blair, y pensé:

—¿Dónde habrá una iglesia por aquí cerca? Por si me toca llevar a exorcizar a esta muñeca…

Cabeza, tronco, extremidades superiores e inferiores y cabello. Además le puse unos ojos con unas peloticas no recuerdo de qué, y quedó medio bizca. La boca medio se la cosí y quedó como arrecha o si hubiese pasado una arrechera mientras buscaba la bolsa del CLAP.

La muñequita está en pelota, como dios la trajo al mundo. Falta trabajo porque hay que vestirla, pero más adelante. Porque el taller dura hasta la segunda venida de Cristo.

Elva, a quien ya menté, me estuvo explicando de las muñecas Abayomi, que son anudadas. Mucho más sencillas o básicas. Deseo he estado investigando sobre el peo de la esclavitud. Porque creo que hay ciertos cuentos.

La vaina es que ya comencé a ver y a medio entender cómo se hacen las muñecas de trapo, es una tekné diría el divino Platón. La indagación es interesante, la vaina va a ser cómo expresar el proceso de elaboración tengo inventar una vaina buena.

Aquí vamos. No vaya a ser que me pase como el aprendiz de brujo.


domingo, 11 de febrero de 2024

DE CARAPITA A ANTÍMANO


 

Hoy fui a Antímano, no iba pa’ esa verga desde 1984. Después diré porque fui esa vez. Llegué a la Estación del Metro de Carapita y ahí me bajé, porque el año pasado había caminado desde Carapita hasta La Yaguara, por una verga que se me ha metido en la cabeza. Y tenía pendiente ir desde Carapita hasta Antímano para ver cómo es la verga por esos lados. El propósito estaba pendiente y hoy lo hice.

Como ya dije me bajé en la Carapita y cruce para la acera norte, porque lo que me interesaba ver, en perspectiva, era la acera sur. Además, en la acera norte es donde está el perreo, el comercio, la verga de triana. Hay que estar pilas porque la Intercomunal de Antímano es ancha y lo pueden machacar a uno.

Empecé a echarle pata al asunto, pero está el distribuidor y ahí los caminos se bifurcan, como diría Borges. La verga medio se complica, porque hay que agarrar para un lado u otro. Vi que unos muchachos cruzaron la Avenida, saltaron un muro, cayeron al otro lado y siguieron caminando.

—Por ahí es la verga, me dije.

Y me fui detrás de esos muchachos. No me llevé nada, ni el morralito tricolor siquiera. Porque, según la metodología, estaba en una metodología exploratoria, estaba conociendo la zona.

No sé cómo como coño se llama la calle por donde caminé, ni me fijé. Porque iba más pendiente de los negocios y de qué hacia la gente. Tampoco se cuánta es la distancia que hay desde Carapita hasta Antímano, pero eso es pan comio; porque todas las tardes camino hasta Parque del Este y me regreso caminando. Por tanto, ya estaba entrenado para la caminata.




A la distancia se ve la Estación Antímano, que ahora sé que no está en Antímano, sino antes de llegar al pueblo. Vergas de la vida. Llegué al parque, donde se hace una Y, que es la entrada o salida del pueblo. Iba como una lombriz, y me dije voy a pasar por la iglesia de Antímano.

Y la iglesia es la razón por la cual yo fui a Antímano hace unos cuarenta años atrás. Por allá en 1984-1985. Porque estudiaba, creo Historia, o una materia semejante con el profesor Leszek Zawisza, y el trabajo del semestre fue hacer un levantamiento de esa iglesia. Cómo coño e la madre llegué a Antímano no recuerdo ni sé. El Metro para Caricuao, todavía no estaba en servicio. Creo que esa verga empezó a funcionar como en los noventa.

Lo verga fue que fui varias veces a tomarle fotos a la iglesia, hacer la planta de arquitectura, que es una planta en cruz; las fachadas y los cortes. En eso consistía el trabajo del semestre, que era parte de alguna investigación del profesor  Zawisza. Hasta un cirio me robé de esa iglesia, un cirio amarillo, como de más de medio metro. Qué se hizo no sé, debe haberse perdido en una de esas mudanzas.

Tampoco recuerdo cuanta nota saqué en esa materia.

La iglesia de Antímano es neoclásica, bella iglesia. Hoy estaba cerrada. En aquel tiempo yo entraba a esa iglesia como perro por su casa, no había ni cura. Yo nunca vi a ninguno, me metía a la sacristía, de ahí fue donde me robé el cirio. Subía para una verga que hay frente al pulpito, entraba a unos cuartos donde había unos santos y unos vestidos de vírgenes y otras vainas más. Y nunca nadie me dijo un coño. No recuerdo si estaba cercada, hoy si lo está.

Al frente de la iglesia hay un Cristo. Creo que en aquel tiempo no estaba, no lo recuerdo. Pensé que era un Cristo redentor, pero no tiene los brazos extendidos. Tiene los brazos extendido a los costados del cuerpo, no le vi ningún corazón en las manos. No sé a cuál iconografía pertenece, la próxima vez lo averiguo.




Después de ver la iglesia seguí caminando y como a dos cuadras está la plaza. Verga rara, la plaza Bolívar no está frente a la iglesia, como es costumbre. Tampoco el Bolívar de la plaza se parece un coño e la madre a Bolívar. El pedestal está de la puta madre, es de acero inoxidable. Pero el busto de El Libertador, no se parece un coño. Yo pensé que era otro carajo.

Porque aunque a mí no me gustan las plazas Bolívar, siempre miro la escultura y le tomo fotos. Pero ese carajo no se parece en nada a Bolívar.

—Pa’ allá queda la Guzmania, voy a verla. Me dije.

Y seguí caminando una cuadra más. Antímano es un pueblo de dos calles, una para ir y la otra pa’ venir. Así de simple. Pero fue un pueblo muy importante, porque por ahí era la entrada occidental hacia Caracas. Su importancia la perdió cuando abrieron la entrada por la bajada de Tazón. Una vaina reciente. Hasta la década de los cincuenta era un pueblo importante y con mucho movimiento de dinero.

Además, Antímano es el pueblo der Diablo de la Salsa, Oscar d’ León. De los lados del cementerio de Antímano es Oscar d’ León

Cuando llego a la cuadra donde está La Guzmania me doy cuenta, por primera vez, que ahí al frente de la casa de campo de Guzmán Blanco está la Estación del Metro Mamerto Chaparro. Nunca en la puta vida se me había ocurrido que la Estación Mamera está ubicada al frente de la Guzmania. Me había bajado muchas veces en esa estación, que es una estación muy bella, de una gran arquitectura; porque uno se baja a tomar el Metro si va para Zoológico o Las Adjuntas. Pero nunca había salido de la estación. Coño e la madre.

Ahora en la cuadra de la Guzmania hay un campito de beisbol, antes no lo había. Me fui bordeando la cuadra por frente al Cerro El Calvario, que hoy me enteré que se llama así. Y le di la vuelta buscando la entrada para meterme a ver la casa del Manganzón, del hijo del Padre de la Mentira como lo mentó el Taita Páez. La casa de campo de Guzmán Blanco.



A la entrada había una muchacha y unos policías, y pregunté si se podía pasar a visitar la casa. Como uno tiene cierto parecido con Brad Pitt y además es guapo, la muchacha me dijo cómo que me había visto en alguna parte, yo lo dije que trabajaba en la Ítaca laboral. Y de una vez buscó la llave de la casa, porque ella es una de las personas que hace la visita guiada a la casa museo.

Muy amable esta muchacha. La Guzmania está muy bella, fue restaurada entre el 2018 y 2021 cuando culminaron los trabajos de restauración y recreación de los ambientes. Además, hoy había un sol tropical con una brisa fresca, que hacia la visita algo muy agradable.

Vale ir a la Guzmania, es un centro cultural. Algunas semanas hay noche de boleros; otras en el anfiteatro al aire libre tocan salsa, tiene el campito de beisbol. Está del carajo. Muy bella la cuadra de la Guzmania, y a pata de mingo de la Estación Mamera. La Estación está al frente, cara con cara.


viernes, 9 de febrero de 2024

LA MISERIA DEL DISCURSO


 

Cuando el conferencista dice “estoy acá para decirles que Occidente está en peligro”, en ese momento y tal vez siempre él se ha creído que pertenece a occidente. No papá, occidente es Europa y solo Europa. Los demás somos monte y culebra, pero parece que no lo sabe.

En buen discurso del siglo XVIII y XIX, diríamos que occidente solo es aquello que hasta la década de los ochenta se llamaba Europa Central, entiéndase, lo que fue el Imperio Austro-Hungaro. La crema de la crema, no incluía a esos mediterráneos de mierda ni a esos africanos de la Península Ibérica ni a esa isla de bárbaros, ni a esos nórdicos que no saben un coño. Eso era occidente y aún sigue siéndolo.

Además, el charlatán va a hasta allá para advertirles que occidente, el ombligo del mundo, “está en peligro porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de Occidente”. Cómo se le ocurre decirles lo que tienen que hacer. Engreído el pobre muchacho, nadie te va a parar bolas. Porque para Europa los demás somos unos tarados mentales, unos comemierdas. Así de sencillo. Y vas tú a prevenirlos, si ellos nos descubrieron, porque nosotros antes no existíamos. Comenzamos a existir cuando ellos llegaron a esta reverga.

O éste es marico o se hace. He ahí la cuestión.

Incluso, va a darles lecciones. Porque los europeos se “encuentran cooptados por una visión del mundo que –inexorablemente– conduce al socialismo, en consecuencia a la pobreza”. Este revergajo acaso no sabe que el socialismo es parte del proceso de producción capitalista y que ellos fueron los ideólogos de esa vaina. Por otra parte, el guevón ya era pobre en el mismísimo Jardín del Edén. O es que acaso a este marico triste se le acaba de ocurrir que la pobreza y el pobre es una invención del socialismo.

Deben haberlo aplaudido que jode y haberse hecho tendencia, viralizarse en las redes. Y no es pa’ menos. Otro guevón más han descubierto.

Además, el miserable conferencista nos suelta esta perla negra “los principales líderes del mundo occidental han abandonado el modelo de la libertad por distintas versiones de lo que llamamos colectivismo”. Recordemos que se refiere a los líderes de Europa, porque los demás somos unos primates con ropa y todo. ¿Cuál modelo de libertad del coño? Si esa verga es una quimera. No vengas a joder. La libertad es un concepto. La gente pelea por la papa, por tener algo que comer, por vivir. Después nos vienen a joder con esa verga de libertad.

El conferenciante no se atreve a ofender a los europeos y por eso no les mienta ni el comunismo ni el socialismo, sino, como buen Cantinflas se le ocurre la mariquera de “colectivismo”. Papá el socialismo y el comunismo moderno es parte del capitalismo, el cual tuvo su máximo esplendor en esa isla que está en la parte noroccidental de ese continente. Incluso, no te hagás el guevón y recordá que los judíos europeos participaron mucho en la construcción de ese socialismo y de ese comunismo.

El conferencista dice: “Nosotros estamos acá para decirles que los experimentos colectivistas nunca son la solución a los problemas”. Verga muchacho si esos carajos occidentales se han cagado hasta por los ojos de ese puto colectivismo, o vos creis que la Unión Soviética quedaba en Guatire. O vos pensais que esos occidentales no han hecho teoría política ni del socialismo ni del comunismo. Pa’ que vos vayai para allá a dictarles cátedra.

O soy pendejo o te estais pasando.

Y les dice que los problemas “que aquejan a los ciudadanos del mundo” son causados por ese socialismo del coño. Eso quiere decir que antes del socialismo este mundo era pan comio. De manera indirecta, el conferencista mentó que los asiáticos, los africanos y los americanos estamos jodidos por inventamos esa verga del colectivismo, no los occidentales.  

A uno le ven cara de guevón y de poceta.

El conferencista les dice, a esos carajos que están ahí pensando que culito se van a coger más tarde, que primero vamos a ver “los datos que sustentan por qué no solo el capitalismo de libre empresa no solo es un sistema posible para terminar con la pobreza del mundo, sino que es el único sistema moralmente deseable para lograrlo”. Para reempezar, el capitalismo es un modo de producción y no te hagáis el guevón. El capitalismo no es ningún sistema moral. Es un modo de producción como lo fue el modo esclavista y el modo feudal, en sus tiempos. No mezclei chicha con limonada. Porque te puede dar diarrea y nos estás diciendo que somos unos guevones.

El “capitalismo de libre empresa” o de no-libre empresa no va a acabar con la pobreza porque la necesita, mamerto. Todo modo de producción necesita de la pobreza para funcionar. Porque si no hay pobres quién coño e la madre va a trabajar. El hombre trabaja porque está en un estado de necesidad. Leéte la dialéctica del amo y esclavo del compadre Hegel que ahí te lo explica clarito.

Un gorila no trabaja, un león menos. El único animal que trabaja es el homo sapiens, porque es el único comemierda que existe en este planeta. Así que dejate de hablar tanta mierda junta, espaciala por lo menos.

La pobreza es hasta una justificación teológica porque es parte de la dominación del hombre sobre el hombre, entiéndase, proceso civilizatorio. Y vos hablando guevonadas en esa mierda. No veis que de los pobres será el reino de los cielos, eso sí, después que los pobres estén mortadela.

El conferencista dice “el capitalismo de libre empresa, como sistema económico, es la única herramienta que tenemos para terminar con el hambre, la pobreza y la indigencia a lo largo y a lo ancho de todo el planeta. La evidencia empírica es incuestionable”. ¿Cuál evidencia empírica? Está este vergajo convirtiendo una supuesta evidencia en un asunto teológico dogmatico cuando dice que es incuestionable. Todo debe ser cuestionado, porque es humano. No seais come mierda.

“El capitalismo de libre empresa, como sistema económico, es la única herramienta que tenemos”, lo de sistema económico sobra, porque es lo único que es. Este carajo está como Brad Pitt, en “El extraño caso de Benjamin Button”, cuando le dice Tilda Swinton que él es de New Orleans, Luisiana. Y ella le dice:

—Acaso hay otra. 

El carajo todavía cree que se la comió. Que sentó cátedra. En esa vaina deben haber dicho:

—“Otro guevón más”.