miércoles, 6 de enero de 2016

«PARANORMAN» Y LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS: CONSULTORÍA Y ASESORÍA FILOSÓFICA

          Norman Babcock Prenderghast y Neil Downe son dos personajes interesantes. En primer lugar, porque ambos son unos freaks sociales. Y no tienen ningún problema en reconocerse como tales y aceptar esa condición. Incluso Neil Downe llega a decir que el acoso social es parte de la «ley natural de vivir», y en esto tiene mucha de razón. Aunque en el intercambio social nosotros cuestionamos el acoso, lo practicamos con nuestras diversas actitudes hacia los demás sin darnos cuenta. Ya que como dice Kazantzakis, en Zorba, “es una bestia feroz el joven, la juventud es inhumana y cerrada a toda comprensión”.

            Lo que entienden ambos personajes, es que por tener intereses diferente al resto de sus coetáneos se ven sometidos al acoso. Mucho más de sus compañeros de escuela o de muchachos de su misma edad. No obstante, esto no les impide seguir haciendo lo que hacen o ser como son. Es importante destacar esto, porque muchas personas que se ven sometidas al acoso social quieren mimetizarse con el resto, para de esta forma ser aceptados. O abandonan lo que hacen o son para no seguir padeciendo el acoso, o en muchas casos la indiferencia del resto de las personas.

            Nuestra vida social, e incluso familiar, está conformada por esa no aceptación de lo que somos o hacemos. Y no son solo los otros. Nosotros también actuamos como acosadores sociales, al no aceptar a otros o ignorarlos. Recordemos que ignorar al otro es una forma de acoso, ya que mostramos una actitud de rechazo, de desagrado para con esa persona. Esto es muy común, y no nos percatamos de ello. Es como dice Neil Downe es un hecho natural. Esto nos permite configurar nuestro entorno laboral, social, familiar…

            Por tanto, siempre somos víctimas y victimarios.  No estoy avalando el acoso en su forma más agresiva, esto es otro asunto, porque tiene implicaciones éticas y morales. Me refiero a esa diferencia que marcamos para con los otros. Y que nosotros pensamos que no es acoso. No podemos estar abiertos a todo del mundo, quien diga esto debe tener un complejo de santo, y debe ser revisado. Nosotros hacemos distinciones para con las personas, es un asunto natural y social.

            Lo que sí es importante destacar es la entereza que muestran Norman Babcock Prenderghast y Neil Downe al aceptar, sin ningún empacho, su situación de freak social. Esto los hace sujetos de su condición y de sus circunstancias. Son lo que son. Y así se presentan ante el mundo con el cual conviven.

            El segundo aspecto interesante de ambos personajes, es la disposición a asumir la resolución del conflicto en los han metidos. Particularmente Norman Babcock Prenderghast, a quien su tío, el loco Prenderghast, ha encomendado la custodia de la tumba de Agatha Prenderghast. Asunto que es motivo de una leyenda en el pueblo.

            Norman no sabe exactamente cuál es el asunto de aquella condena por brujería, que es motivo de historia local. Mucho menos lo que tiene que hacer para que la condenada no salga de su tumba. En esto hay una confusión generalizada; ya que todo el pueblo piensa que aquellos que condenaron a Agatha Prenderghast son unos zombies, que se quieren comer a la gente. Acá se hace necesario tener la información correcta para conocer cuál es la situación real o lo que en verdad sucede; principio fundamental para la resolución de un conflicto.

             Los datos y hechos deben ser conocidos correctamente. La búsqueda de información es fundamental, de allí que los asustados muchachos se dirijan a la biblioteca, porque ellos no conocen cuáles fueron los hechos que desencadenaron lo que está sucediendo. Ya que la teoría de la toma de decisiones busca; por una parte, los criterios racionales; por otra, las motivaciones humanas en las diferentes situaciones, para llevar a cabo la toma de decisiones pertinentes.

            Por otra parte, para llevar adelante la resolución de conflictos es necesario escuchar las partes involucradas. Esto lo hace Norman Babcock Prenderghast. Por una parte, escucha a los jueces que juzgaron a Agatha Prenderghast y llega a conocer cuál es situación; por otra, se enfrenta a la víctima de aquellos jueces, quienes injustamente condenaron a la muerte a aquella niña.

La teoría de la toma de decisión, para la resolución de conflicto, concierne a la identificación de la mejor decisión que pueda ser tomada; la persona que tenga que tomar las decisiones debe poseer una información completa, ser capaz de calcular con precisión y con completa racionalidad. En ningún caso, la racionalidad excluye la emocionalidad, sino que la gobierna para la resolución del conflicto. Norman Babcock está asustado, la emoción del miedo lo embarga. No obstante, asume el conjunto de toma de decisiones para resolver el conflicto de manera racional.

En la conversación con Agatha Prenderghast, Norman Babcock le muestra a la niña que su posición es errada. Porque en el desconocimiento de sí misma, ella causa más dolor que satisfacción a su venganza, la cual se ha hecho ilimitada. En este sentido, expone los argumentos racionales y necesarios para que el conflicto, que lleva varios siglos, cese. No es fácil la posición de las partes enfrentadas. No obstante, la mediación de Norman hace posible el triunfo del gobierno de las emociones y el fin del conflicto.    


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