jueves, 20 de diciembre de 2012

PLOTINO: DE LAS COSAS Y DE LAS CAUSAS


Con respecto a la problemática de la libertad, es necesario determinar la naturaleza de las cosas y las causas que sobre éstas imperan. En primer término,

Las cosas que devienen y las que son, devienen todas las que devienen y son todas las  que son o en virtud de alguna causa o ambas sin causa; o unas sin causa y otras con causa en ambas clases de cosas; o bien, todas las que devienen, devienen con causa y, de las que son, unas son con causa y otras sin causa o ninguna con causa; o, a la inversa, las que son, todas con causa y, de la que devienen unas con causa y otras sin causa o ninguna de ellas con causa[1].


Plotino establece el dualismo de las cosas. Por una parte, los seres en seres que son; por otra los seres que devienen. Los primeros son los seres eternos, esto es, Lo Uno, La Inteligencia y El Alma del universo. Los segundos son aquellos seres que devienen y son mortales, entre éstos el hombre.
A partir este dualismo, Plotino propone sus cinco hipótesis de estudio. Para indicar esquematizar las hipótesis de estudio determino:
(A): Los seres que son
(B): los seres que devienen
                 
§  Primera hipótesis:   (A) y (B) son con causa.
§  Segunda hipótesis: (A) y (B) son sin causa.
§  Tercera hipótesis:   (A) o (B) unas son con causa y otras sin causa.
§  Cuarta hipótesis:     (A) unas son  con causa y otras sin causa
                                                            (B)  todas son  con causa.                     
§  Quinta hipótesis:     (A)  todas son con causa.
                                                            (B)  unas con causa y otras sin causa.
                 
La cuarta hipótesis es, para Plotino, la hipótesis verdadera.
Rechaza la  primera y segunda hipótesis por ser omniabarcantes, excluyentes entre sí y porque no diferencian cualitativamente los seres y las causas. La tercera hipótesis posee el mismo defecto de las dos anteriores. La con respecto a la quinta hipótesis ésta es rechazada por ser opuesta a la cuarta hipótesis, y al ser opuesta es falsa.
A partir de la cuarta hipótesis el filósofo asume:

§  Primero, todos los seres que devienen son con causa o causados. Con lo cual se establece una estricta relación causa-efecto, a la cual están sometidos todos los seres de esta naturaleza y no pueden escapar de ella. En este sentido, tenemos un estricto determinismo por parte de Plotino, en lo que respecta a estos seres que habitan en el cosmos inferior.
§  Segundo, entre los seres que son, Plotino establece la existencia de un único ser sin causa,  éste es lo Uno ( Hén) Ser Primerísimo e incausado, por ser  lo Uno causa sui. Entre los seres que son con causa, tenemos: la Inteligencia (Noús) y el Alma del universo (Psykhé), que son causados por la emanación  de Lo Uno (Tó Hén).

Plotino determina una causalidad de carácter cualitativo, que determina la naturaleza de los seres. Por una parte, una causa primera y divina que es generadora de los seres eternos; por otra, la causa que genera la naturaleza de los seres que devienen, que son cualitativamente diferentes. Porque aun cuando el Noús y la Psykhé son causados no devienen, pues éstos son divinos, inmutables y eternos. Los seres que acontecen  son, en por el contrario, contingentes y perecederos. Se da una dualidad causal y de seres.
Plotino establece la división causal para determinar que no es posible asignarle la misma causa a un ser eterno que a un ser que deviene, pues entre ambos media la naturaleza y esencia de cada uno. Tal división cualitativa responde a la cosmovisión del filósofo.
A partir de esta cualificación, la problemática de la libertad de la voluntad tiene un campo particular de causas opuestas y complementarias en el cual ésta se manifiesta. Por cuanto Plotino parte de una visión dual entre naturaleza y esencia de los seres, la cual con respecto a los seres no divinos la dualidad es más compleja. Ya que en éstos la constitución causal no es única sino divergente y dual.
Lo anterior nos ubica ante una metafísica de libertad que está más allá y determina la libertad de la voluntad. Una libertad del cosmos superior y una libertad del cosmos inferior. Una libertad divina y una antropológica, esta última es la que acá indagamos.



[1] Plotino. Enéada III 1, 1, 1-8.

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