Plotino destaca la unión de Eros y el Alma del
cosmos (Psique). Aquel ama a ésta porque es bella. El alma encarnada, por otra
parte, sólo ama a aquello de lo que proviene, su amor, su deseo está puesto en
Aquél, y a él quiere necesariamente semejarse. Este deseo es capaz de restituir
al alma su dignidad originaria, porque anhela reunirse nuevamente con la fuente de donde todas las cosas
provienen.
Este deseo se hace realidad por un sólo camino,
el recorrido para alcanzar en su totalidad la unión con su principio. Lo Uno
—el fin último del camino filosófico— al que se subordinan todas las cosas. A
éste se pliega el alma, sólo para insinuarse en el resplandor de Aquel evocando
la aproximación como una visión que inunda de luz los ojos.
El alma es el buscador de quien se revela ante
lo buscado. Es su presencia, la que da testimonio del trecho a recorrer. La regeneración
intelectiva permite a ésta asimilar la duplicidad que atraviesa la jerarquizada
arquitectónica del cosmos. Asimismo, el alma sublima, con su fuerza, el deseo
de libertad. Para escapar de la ilusión elemental que la rodea.
El alma amorosa, que se ha alejado del padre,
regresa a éste. Así el cosmos se restituye en un acto de entrega concebido en
la unidad divina. El deseo por lo más bello no se detiene en la imagen de
sensible, sino que se desprende de ésta calladamente, para hacer perdurar la
libertad ingénita, por medio de la acción amorosa hacia lo deseado.
Más el alma no debe dejarse engañar por un amor
mixto, mezclado en la acción que tienen como fin lo externo. Tal deseo es
torpe, ya que movido por una belleza irascible y apetitiva se aleja de lo que
realmente es libre y bello. Y genera un movimiento opuesto que aleja al alma de
la realidad. De este modo en lugar de encaminarse hacia la libertad bella se
extravían hacia la fealdad y la esclavitud.
El amor al que aspira el filósofo es liberador.
Libera al alma de los obstáculos de las pasiones y apetitos. Es un amor de
libertad, una libertad amorosa para el alma en su búsqueda de lo superior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario