La artesanía es
la forma preindustrial de trabajo y de producción. Esta puede ser una forma
básica y primaria de definir a la misma, para solo comenzar a hablar de ella. La
misma no desapareció con la Revolución Industrial, sino que mutó. El artesano
se convirtió en técnico u obrero especializado, los demás en proletariado.
En América es un
poco complicado hablar de la artesanía y el artesano. Particularmente, en los
países que no tuvieron imperio o no fueron dominados por éstos. Primero, porque
no existe una tradición artesanal. Segundo, porque en América no hubo
Revolución Industrial. De la artesanía que hablamos hoy en día llegó con la
colonización y la Revolución Industrial con el empuje del capitalismo.
Sin embargo, algo
hay que decir.
La concepción de
la artesanía, y hablo de Venezuela porque desconozco como se aborda el tema en
otros países, tiene un carácter patrimonial, histórico, folclórico y
tradicional en la forma de expresarse o el modo expresivo, como mienta la
Clairet.
Acá, en este
país, el modo expresivo prima sobre el propio hacer artesanal o la técnica de
elaboración. Lo que quiero decir es lo siguiente, si yo fuese un artesano
zapatero e hiciese zapatos tipo "Oxford" no sería considerado
artesano, porque ese producto que yo hago no pertenece a la tradición
patrimonial venezolana. Por el contrario, si hiciese alpargatas sí sería
considerado un artesano en todo el sentido de la palabra.
Pues el artesano,
en nuestra concepción, debe preservar con su hacer y su expresión el patrimonio
cultural e histórico de la nación.
En Venezuela hay
muchos ejemplos de lo no-patrimonial: Yolanda Moreno y las Danzas
Nacionalistas, éstas no pertenecen al folclore. Guaco, no es un grupo de gaita,
es una banda. Quiero decir que no basta que elabores un producto con el modo de
producción pre-industrial para ser artesano y hacer artesanía. El producto y el
hacer tienen que representar un patrimonio cultural.
Las alpargatas,
el liquilique, las acemas de Carache, entre otros muchos otros productos. En
estos días vi a una muchacha vendiendo los personajes de la película "Intensamente",
los muñecos parecían hechos a mano y asumamos que eran hechos artesanalmente,
pero ellos no serían considerados artesanía porque no entran en la tradición
patrimonial venezolana. Son un producto foráneo.
Esta es una forma
de definir a la artesanía en este país. O mejor dicho a una forma o tipo de
artesanía. Aquella que resguarda, de alguna manera, una memoria histórica de
nuestra cultura.
En este país todos
comemos arepas de harina de maíz precocida, pero cuando la conversa deriva hacia
la arepa hecha de maíz pilao la cosa cambia. Porque la arepa de maíz pilao es
la tradición propiamente de la arepa venezolana, de una raíz arcaica,
patrimonial e histórica.
En este sentido,
la artesanía tiene el valor de preservar y conservar una memoria. Como tomar
café endulzado con papelón y servido en totuma. El peltre vino después. La
misma puede ser utilitaria o no, ya que hay mucha artesanía que es decorativa.
Por tanto, el
Estado-Nación establece los parámetros patrimoniales para definir la artesanía que
quiere preservar. La artesanía que, en primera instancia, quiere promocionar y
preservar.
Si la Nación
quiere agasajar musicalmente a un visitante ilustre no le va a ofrecer un
concierto de Heavy Metal, lo hace con la tradición musical venezolana, sea ésta:
el galerón, el tamunangue, el joropo llanero, central u oriental o cualesquiera
de las otras manifestaciones musicales del folclore nacional.
Así mismo es con
la artesanía.
Esto no excluye
ni debe excluir otras formas expresivas con que se expresa el hacer artesanal,
que no es ni tradicional ni folclórica. Pero debe ser artesanía.
La artesanía no
excluye los instrumentos, porque desde un inició el humano buscó aligerar la
carga de trabajo y para eso fue ideando los instrumentos necesarios para los
diversos tipos de trabajo. Eso es la ley del mínimo esfuerzo. Recordemos a Arquímedes
quien dijo: dame una palanca y moveré al mundo.
La artesanía
también trabaja en serie, el trabajo serial no es exclusivo de la industria.
Por eso el artesano hace patrones, moldes y otros artilugios más. Todos sabemos,
que en las canteras de mármol en Europa se tenían prefigurados bustos, lapidas
que el escultor mandaba a pedir para hacer su obra. Al artesano-escultor no le
llegaba a su taller un bloque de mármol, éste ya venía devastado y medio
modelado.
La artesanía es
un hacer colectivo, no individual. Por eso existían los talleres, donde cada
sujeto hacia o hace una parte del trabajo. Con la romantización de la artesanía
creemos que el artesano tiene que hacer todo el trabajo el solo. Recordemos a
Durero, quien tenía a un grupo de trabajadores que hacían el trabajo de sus
grabados. Y todos son adjudicados a Durero.
La artesanía y el
artesano son quienes hicieron posible la Revolución Industrial. Ésta no llegó
del espacio sideral. Se gestó en los burgos europeos, en esas calles donde
existían y convivían los talleres artesanales. La artesanía lo que hizo fue
mecanizarse gracias al vapor y a las otras energías que fueron apareciendo,
pero ella es la génesis de la Revolución Industrial, sin aquella no podría
existir ésta.
La Revolución
Industrial es hija de la artesanía, es su propio desarrollo histórico. No es su
enemiga, es su devenir.
No seamos
ingenuos.
Lo que falta en
este país es clasificar, categorizar ese trabajo pre-industrial que se sigue
haciendo de diversas maneras. Para ir colocándolo en su debido lugar. Y que
cada artesano sepa dónde debe ubicarse o dónde lo ubica el Estado-Nación.
Al clasificar y
categorizar la artesanía. En primer lugar, estaría, según los intereses del
Estado-Nación la artesanía patrimonial.
De ahí en adelante todos aquellos diversos trabajos que se realizan
según los modos pre-industriales y que tienen ciertos intereses para el Estado
según conserven o no algo de la cultura nacional.
Es Estado—Nación va
a evaluar la artesanía a partir de tres aspectos. Primero, la técnica empleada.
Segundo, los materiales que se utilizan. Tercero, la tradición.
Por ejemplo, yo he
aprendido a hacer muñecas de trapo. No obstante, no soy ni muñequero ni
artesano, no me dedico al oficio ni domino la técnica textil; las hago de
manera pre-industrial con instrumentos (aguja, tijeras, alfileres) industriales
y uso trapo que deviene como residuo de la tela (que fue elaborada
industrialmente). Sin embargo, la manifestación expresiva de esas muñecas que yo
hago no tienen nada que ver con ninguna tradición ni folclore.
Por tanto, estas
muñecas no entran en la artesanía tradicional y folclórica. No tienen un valor
patrimonial. Tienen que ser clasificadas en otro renglón. Así de sencillo.
Posiblemente esas
muñecas no le interesan al Estado-Nación. Y tiene razón si se define la
artesanía según patrón de preservación y conservación cultural.
De ahí la necesidad
de hacer las clasificaciones y las categorizaciones necesarias de la artesanía
nacional.
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