viernes, 31 de enero de 2025

EL METRO Y EL CONCILIO DE TRENTO


 

Cuando entré esta tarde al vagón del Metro en Bellas Artes la temperatura rondaba, mínime, por los 60 grados centígrados. Cuando eso pasa pienso que esos vagones van directo a Auschwitz. Así no más.

Con ese nivel de temperatura, y como es natural, no puede faltar el esquizoide del predicador. Ese que nos anuncia que ya las puertas del infierno están de par en par para recibirnos por todo lo alto. Es algo alentador tal discurso religioso.

Pero hoy, además del esquizofrénico de turno, estaba una vieja que le refutaba las vainas al carajo. Aquello más que un viaje en Metro parecía un concilio teológico. El carajo decía algo y la vieja le decía que tenía en demonio dentro. Cada uno elevaba la voz más que el otro.

Una escena de Tarantino. La vieja reprendía al predicador y éste esgrimía algún versículo bíblico. Ni en el Nombre de la Rosase ve una vaina así. El predicador refutando las impertinencias de la vieja decía:

—Quién le ponga trompiezo a la palabra del señor…

Esa vaina debe estar escrita en arameo o en un griego muy antiguo, pensé yo. Claro uno no sabe nada de esas disquisiciones teológicas, mucho menos de la palabra escrita en la lengua divina, como para venir a opinar sobre el tema.

—Porque quién le ponga trompiezo a la palabra del señor…

Repetía el predicador.

Que como todo predicador se pone a modo predicador; asume un tipo de voz y un modo particular de gritarle la palabra del señor a los que no le paran bolas.

Menos mal que eran dos estaciones. Porque cuando el Metro está a esos niveles de temperatura yo me bajo en la estación Plaza Venezuela, no vaya a ser que me debe un veri veri.

Uno sale con las vedijas sudá.

Y calándose a esa parranda de desquiciados la vaina se pone intensa, y no de mente. La vieja se bajó también en Plaza Venezuela y desde el andén le gritaba al predicador:

—¡Arrepiéntete! ¡Arrepiéntete!

Un poco más y llaman a Linda Blair.

El Metro se ha convertido en un recoge locos, se ha convertido en la Stultifera Navis de Caracas.

No he dicho nada del perro que andaba por el andén y del loco que carga con un cachorro de perro. Éste no dijo nada cuando se montó al vagón, incluso se fue rápido para otro vagón. Porque la discusión religiosa no daba cabida ni siquiera a los vendedores de caramelos.


jueves, 30 de enero de 2025

LA CONSTITUCIÓN FUNDACIONAL


Si la Constitución de 1811 hubiese dicho en la introducción “váyanse a mamarse un guevo” hubiese sido algo espectacular, porque eso fue lo que en realidad hicieron los próceres y cuanto carajo peleó en esa vaina, con toda la intención de realizar un matricidio contra el reino de España. En esa expresión se reflejaría el espíritu venezolano en toda su dimensión. Pero aquella gente era gente seria y no se podía permitir decir esas vulgaridades, aunque ganas tenían. Porque más de un prócer era de hablar grueso, y la vaina no estaba para andarse con rositas.

Además, en el escrito fundacional estaba el cuidado de las formas, ya que tal expresión no es muy jurídica. Sin embargo, expresa en toda su dimensión lo que se pretendía hacer y se hizo.

Total, con más o menos fórmula jurídica fue eso lo que se hizo durante la Guerra de Independencia. Porque ahí el pellejo se puso en riesgo. Y había que ser cuatriboleao para tirarse esa gesta encima y esos carajos lo hicieron por lo que pensaban y creían. Por eso se ganaron la gloria eterna.

En ese marasmo de cosas que pasó en ese siglo convulso y jodido en el cuadro la "Firma del Acta de Independencia" de Tovar y Tovar, el artista se tomó ciertas libertades en cuanto al calzado, porque todos los presentes en esa firma, que fue un jolgorio, calzan botas o zapatos, según el pintor. Pero la verdad, es que ahí hasta el más despabilado sabía que lo que venía era joropo. Por tanto, todos debían haber comprado alpargatas.

Porque la vaina no fue fácil.

El siglo XIX de nuestra historia fue salvaje y sangriento. Si en América, por tres siglos, los putos europeos habían hecho sus guerras, ahora los americanos hicimos la nuestra. Y la hicimos a nuestra manera. A coñazo limpio, dejamos el cuero en esa vaina. No la hicimos solos, es verdad. Pero le echamos bolas parejo.

Nos cagamos en Europa y en su cultura.

Otra vaina más, ahora hay gente que dice que el macizo guayanés es la tierra más antigua del planeta. Entonces ¿cómo coño ellos son el viejo continente y nosotros somos el nuevo mundo?

Si somos más viejos que ellos.

Eso no tiene explicación.

Una pregunta que hay que plantearse es ¿Qué pasó en estas tierras para que los sapiens desaparecieran? ¿Y los rusos-chinos tuviesen que venir por el estrecho de Bering a poblar este continente?

¿Sería que nos exterminamos a coñazo limpio? Incluso ¿acabamos con los grandes animales? Porque los aztecas que también inventaron la rueda no la pudieron aplicarla porque no había animales grandes para cargas. Solo usaron la rueda en juguetes.

¿O sería que el puto meteorito fue tan devastador que nos dejó en cueros durante tantos siglos? Nos volvió verga.

Porque los procesos civilizatorios son simultáneos, y ese coñazo nos sacó de la escena mundial.

Por eso es que yo no creo que la vaina que se dio entre los helenos haya sido un asunto solo de ellos. Esa filosofía debe haberse dado entre varias civilizaciones a la vez, pero solo en ellos se conservó lo escrito, tal vez gracias a los romanos.

Y en los demás pueblos se perdió.

Porque los sucesos humanos se dan de manera simultánea en varios lugares. Esa es una constante histórica. De allí mis dudas.

El siglo XIX fue un siglo de libertades: La liberación de la esclavitud; del feudalismo; de lo artesano; de lo religioso. Un siglo de muchas libertades. Y la América estuvo ahí. Y otros muchos continentes seguro que también participaron de ese concepto de libertad.

Empecé por nuestra Constitución, pero gracias al ron amargo me extendí hacia otros asuntos. Sin embargo, todo está entrelazado, porque nosotros los actuales americanos estamos muy entrelazados con el siglo XIX. No obstante, somos más antiguos, unos diez o quince mil años por lo menos. El mismo tiempo que el Gran Fértil, porque cuando la Mesopotamia daba sus primeros pasos aquí también se dábamos nuestros primeros pasos, y en siete lugares más hacían lo mismo.

Somos hijos del mismo tiempo.

No hay nuevas y viejas culturas. Esos son inventos, para jodernos, de los alemanes del siglo XVIII y XIX.

Volvamos a nuestra Constitución. Sí. Cada cultura americana lo dirá a su manera, nosotros vulgarmente lo decimos así. Es nuestra expresión más sincera.

 

miércoles, 29 de enero de 2025

ORINOCO Y ALTAGRACIA

 


En los días decembrinos aquejado de una ladilla espiritual estaba sentado plácidamente mirando por la ventana a ver si pasaban algunas nalgas de 18 kilates de esas que siempre pasan. Cuando en la emisora de radio por más veces que estrellas hay en el universo pusieron la gaita "Orinoco".

Esa misma que ya antes de que llegara el maricón de Colón por estas tierras en la emisora Yukpa Fm ponían en la Goajira. Dale con "Orinoco, río hermoso en ti palpitan las nalgas de no sé quién", algo así dice la canción. Cuando de pronto cantan una estrofa de la canción y le paro bolas a la letra y dijo:

—¿Qué verga es esta?

Paro la oreja para oír bien la vaina.

La vaina es la siguiente: el carajo que escribió esa gaita tiene que haberse fumao unas mandocas de plátano verde con concha y todo.

La estrofa que me llamó la atención, dice:

"Y cuando ya se acerca a su delta glorioso

se hace más lento más oscuro y más grandioso

el verso en puñaladas sobre el mar escribe

bañando las azules aguas del caribe"

 

Si me lo acarameleai. No me jodas chico. Si esa verga desemboca en el Océano Atlántico, coño e madre.

Yo he oído esa puta gaita desde antes que expulsaran al marico de Adán del Paraíso y nunca me había dado cuenta de esa verga. Por eso es que vamos a perder el Esequibo, y media Goajira se la han quedado los colombianos. Sin hablar de los llanos de abajo y del Amazonas.

Ese gran carajo pensará que el Orinoco desemboca en Cabo Codera.

¿De dónde coño habrá sacado ese carajo que el Orinoco desemboca en el Mar Caribe? Ni que fuese el Manzanares, déjame pasar que mi madre enferma me mandó a llamar.

Si la vaina sigue así, cualquier día de estos vamos a creer que la Gran Sábana queda en Arizona. Ese coño no sabe ni dónde quedan Los Filuos.

Verga, comprenle un libro de geografía de Venezuela a ese carajo. Porque ese carajo no fue a las clases de geografía en la primaria, en aquellas clases donde mandaban a calcar el mapa de Venezuela en una hoja, luego uno lo trasladaba a un cartón y recortaba el mapa y los estados; con estas piezas se hacía un rompe cabeza, ahora lo llaman puzzle, estamos pasados de maricos. Uno pintaba de colores diferentes a los estados y rearmaba el rompe cabeza.

Yo hice uno, me quedó del carajo. Pero por alguna puta razón, que nunca he entendido, uno tenía que llevar armado el rompecabezas a la escuela. Armé mi mierda y me fui para clases a las 7 de la mañana. Cuando llegué a la clase y me pongo a acomodar el mapa me doy cuenta que me faltaba el estado Guárico, en todo el centro del mapa. En ese momento, en mi inocente infancia, no sabía Altagracia que ya mi destino estaba entreverao con el tuyo.

Rebusqué por todas partes y no apareció el bendito estado Guárico, yo pensaba:

—Si estaba aquí, dónde se habrá metido.

Pero, Altagracia, eran las Moiras que ya tenían marcado mi hado hacia vos; a vivir errante buscándote por Ortiz, Calabozo, Guayabal, El Socorro, las Mercedes sin poder hallarte. Así como le pasó al patriarca en su otoño.

Como la maestra vio que me faltaba ese estado en el mapa me bajó la nota. Cuánto me puso, no recuerdo. Estuve toda la mañana pensando en el puto estado Guárico.

¿Qué coño e madre se había hecho?

Me vine para la casa al terminar las clases a mediodía, y ahí en todo el portón de la casa de los Delfín estaba el estado Guárico, tirao en el patio de la entrada, se me había caído y no me di cuenta. Lo recogí y lo guardé con las otras piezas. Me alegré de encontrarlo, pero ya mi alma por vos Altagracia estaba perdida, eso lo supe años más tarde cuando ya no había remedio.

Así estamos con esa gaita.


LA CISTOSCOPIA

 


Llegó el día, esto fue a principio de diciembre del 2024, y le mandé un mensaje de whatssapo a la doctora de que iba esa tarde a la consulta hacerme la verga esa del examen de la cistoscopia.

—Todo bien, me respondió.

Cómo va a estar la vaina bien, si tenía que pagarle por ese examen 250 dólares. Nunca había trabajado para nadie hasta que me encontré con esta doctora. Ahora todos los meses es guardar dinero para la cuenta de ella. En esta vaina ya llevamos como seis meses.

Además, como simón se anda devaluando que jode y esa misma mañana había completado los 250, lo mejor era irme de una vez para la consulta. A las 12:30 pm salí de la Ítaca laboral y me fui caminando para Parque Carabobo, la vaina es cerquita. Ahí mismo. Eso sí, había un sol raja piedra.

Cuando iba llegando al edificio vi a la asistente de la doctora caminando muy oronda por la acera en sentido contrario al que yo iba. Nos saludamos y me dijo que la esperara allá arriba.

—No creo que se refiera al cielo.

Seguí mi camino y la esperé en la entrada del consultorio hasta que llegó, al ratico. Nos pusimos a hablar y me ofreció café.

No sé si esa es una prueba para ver si yo estoy tomando café o no, porque la doctora hace rato que me dijo que no tomara esa vaina.

—No, gracias. Muy agradecido.

Es una muchacha muy simpática y es de los lados de Antímano. Debe ser por eso.

Al ratico llegó otro paciente y se puso a esperar igual que yo. Luego llegó otro paciente más con la esposa. Yo me imagino que cuando la esposa acompaña al marido al urólogo es para burlarse del carajo. Seguro que para sus adentros dice:

—Por coño e madre se lo tiene bien merecido el hijo de puta. Que se joda el coño e su madre.

Algo así debe pensar la mujer. O puede haber otra razón más elevada o algún remordimiento de conciencia.

Cuando llegó la doctora saludo a todo el mundo y la muergana sin saludarme si quiera, me dijo:

—¿Asustao?

Por eso es que las matan. Además, quién dijo miedo, si cualquier día es bueno para morir.

Pasaron los otros pacientes. Yo tenía varias preguntas que hacerle a la doctora. No sobre el examen de mierda ese, sino sobre otras vainas. En esa me llamó.

—Delfín, pasa.

Cualquier día de estos que me vuelva a decir Delfín le voy a arrear una patada por esas nalgas.

Será después que me opere, porque con esa cara de oriental que tiene debe ser más mala que guarda humo.

Pasé al cubículo y empezamos a hablar. Le pagué primero, no vaya a ser que me muriera durante la verga esa y las maldiciones que me echara me dirijan al infierno. Mejor era quedar en paz de una vez.

—¿Qué puedo comer? ¿Puedo beber aguardiente? ¿Fornicar? Le pregunté.

Solo preguntas metafísicas y espirituales le hice a la doctora.

Me dijo que no comiera: tomate, chocolate, ni nada oscuro, ni beber aguardiente, ni café; toda verga baja en sodio, ni picante, poco condimento y otro poco de vergas más.

—¿Pero esta vaina no es vida? Le dije.

—Puedes bailar pegao, eso sí.

—Por lo menos una.

Ya aclarado el panorama al respecto. Me dijo:

—Ahora, te quitas el pantalón, el interior y te quedas como Dios te trajo al mundo y te acuestas en esta camilla.

—Es que es una coño e madre con ropa y todo.

Me quedé en pelotas y me acosté en la camilla. Ah, me había dado una batica de esas quirúrgicas, que no sé para qué sirven esas mierdas, son la vaina más inútil. Si ya uno anda rueda libre, para qué ponerse ese puto camisón de mierda.

—Pones un píe aquí y otro aquí, está es la posición ginecológica para los hombres y echas el trasero más hacia acá, más hacia afuera.

Ahí fue cuando le pregunté si era de oriente.

—Sí, de Anzoátegui.

—Se te ve de lejito, pensé.

El examen es que meten por la uretra un endoscopio para revisar cómo está el conducto urinario, la vejiga y cuánta verga puedan ver ahí adentro. En términos platónicos, el examen sirve para ver el alma apetitiva, el alma concupiscible. La cual reside en el bajo vientre y es la encargada de la gula, del mete y saca, del perreo y el sandungueo, de los bajos instintos, de los placeres eróticos. De las vainas buenas de la vida, en pocas palabras.

Descartes y Aristóteles estarían encantados con estos exámenes endoscópicos, después de haber abierto a tantos cadáveres y a cualquier ser vivo que se les atravesara.

Mientras iba introduciendo la vaina esa por la uretra me iba explicando lo que se veía en la pantalla. Una vaina como si Tarantino estuviese narrando unas de sus películas. El examen es lo más parecido a una película pornográfica, la que faltaba era la protagonista de Garganta Profunda haciendo una felación.

Lo cierto es que como la puta próstata ha crecido presiona la vejiga urinaria y obstruye, no del todo, por donde sale la orina. Por esa razón es que hay que joderla, rebajarla, matarla, algún término médico más adecuado, pero eso es lo que hay que hacer con la mierda esa de la próstata.

No es una gran vaina el examen, yo no sentí nada. Según me contó la doctora hay manclenques que se ponen a chillar, a gritar, y no sé qué otras vergas más hacen.

Lo que sentí fueron ganas de mear, como si me hubiese tomado unas diez cerbatanas, unas chelitas como le dicen ahora. Y pensaba, dígame si me orino encima de la doctora, me puede caer a coñazo aquí mismo.

Terminó el examen, me vestí y nos pusimos a conversar sobre lo que viene de ahora en adelante, antes de que llegué la muerte.

Lo viene ahora es la operación porque padezco de pasión, cual heleno, de hiperplaxia prostática y contra esa mierda lo único que se puede hacer es operar. Que es más o menos la misma vaina de la cistoscopia, pero en un quirófano donde más gente lo puede joder a uno.

Como ya le había pagado estábamos en paz conversando como dos alegres compadres, mientras me hacia el informe médico.

Me han contado que se la pasa formándole peo a medio mundo en el hospital donde hace consulta y opera. Como a mí todo me vale verga, nos llevamos bien. Incluso hasta me está cayendo bien la hija de puta.

Me dio mi informe y me vine para la casa. Nos quedamos en volver a ver en enero del 2025, al cual ya hemos llegado como un amante desesperado.

La vaina es así de sencillo, sin tanta verga.

Lo que faltan son los dólares que tengo que reunir para la operación. Total, de algún culo sale sangre.


jueves, 23 de enero de 2025

LA MUÑECA DE TRAPO Y SU ESTÉTICA


 

He escuchado a Clairet y a Carmen Teo decir que la muñeca de trapo no es fea, porque se hace con el corazón. Han hecho este comentario cuando alguna aprendiz de muñequera comenta que su muñeca quedó fea o que al principio quedaban feas. Por el contrario, le he oído decir a Elva Villegas, hablando de sus muñecas, que éstas son feas y que por eso nadie las quiere hacer.

Las muñecas de Elva Villegas podemos decir que son básicas en su hechura, en algunos casos ella no les hace rostro: ni les borda ojos ni nariz ni boca, y tienen la costura por fiera. Por eso, ella dice que son feas.

Y esto nos lleva a la pregunta ¿En cuál estética filosófica se ubica la muñeca de trapo?

La muñeca de trapo se hace para agradar, esa ha de ser su primera sensación. Tal vez esto es lo que quieren decir las muñequeras cuando dicen que las muñecas de trapo se hacen con el corazón, se hacen con la intención cariñosa y amorosa de producir un sentimiento de agrado. Ninguna muñeca de trapo tradicional se hace para producir rechazo o desagrado. Por esta razón, la misma se inserta en la estética de la belleza.

Por supuesto, que la misma se puede hacerse con ese fin. En este caso, la muñeca estaría en la estética de lo feo. Cuando conocí a Malú Rengifo y vi a los monstrochicos le dije que esos muñecos pertenecían a la estética de lo feo. Pues, los monstruos por ser monstruos pertenecen a la tradición de la estética de lo feo. Como aquel muñeco hombre lobo que tenía el hijo de la familia Monsters. Pero los de Malú no producen ningún desagrado.

Repito, la muñeca de trapo tradicional está hecha para agradar y eso la hace parte de la estética de la belleza. Cuando la muñeca queda con desperfectos, en cuando a su confección, la cara no le quedó bien bordada o la costura no fue la mejor, o el vestido no quedó como se quería, es cuando la muñequera dice que quedó fea. Lo que quiere decir, es que la muñeca no es tan agradable como ella quería que fuese o como pretendía que hubiese quedado. Algo semejante expresa Elva Villegas cuando habla de que sus muñecas no agradan. En tal caso, lo que se reduce es la calidad de la belleza por una confección no satisfactoria a un estándar de belleza social. Pero esto no hace que la muñeca sea parte de la estética de lo feo, aunque se diga que quedó fea o que es fea, porque no es la intención primaria.

Ya que lo feo tienes sus principios y expresiones plásticas propias. Si una muñeca de trapo se hace con el fin de desagradar, es decir, dentro de la estética de lo feo. No se puede considerar una muñeca de trapo en el sentido tradicional o convencional de la misma. Tal vez, se puede considerar un muñeco de trapo, como aquel espantapájaros de Batman que se insertaba en los miedos atávicos de la gente. Y aunque se representaba a través de una máscara era un muñeco de trapo relleno de fibra vegetal, era parte de la estética de lo feo.

En este caso, sí estamos hablando de un muñeco feo con las características de pertenecer a la estética de lo feo. O el muñeco se puede considerar una escultura textil que está en el orden de lo feo.

En cuanto a la escultura textil, en el Museo de Arte Contemporáneo en el 2024, en el programa "Artista del Mes", una artista expuso unos "muñecos de trapo", pero ella no los consideraba muñecos de trapo sino esculturas textiles, y su apreciación era correcta. Pues las mismas no estaban pensadas como muñecos sino como esculturas, en este caso de tela. Las mismas no pertenecían a la estética de lo feo.

Por eso, no toda pieza antropomórfica hecha de tela, retazo o trapo puede ser considerada, en el sentido tradicional, una muñeca o muñeco de trapo.

Ahora bien, volviendo al asunto de la estética de la muñeca de trapo. La misma pertenece a la estética de la belleza porque su intención es agradar. La muñeca tradicional básica o elemental lo más probable es que no tenía ni rostro ni vestido, porque no había ni los medios ni las habilidades para hacerlos. Eran como tallar en madera una figura humana en la cual se perciben los rasgos fundamentales de un humano: cabeza, tronco y extremidades. Pero no hay detalles. Asimismo, debe haber sido con la muñeca casera, donde había una intención primaria de agrado, pero ni recursos materiales ni grandes habilidades manuales.

La intención es que la muñeca le agrade a la niña para que ésta juegue con ella. Esto es lo que estéticamente la hace bella. No obstante, está el gusto de por medio. Y entre gustos y colores no hay nada escrito, dice el dicho. A unos le gustan unas muñecas por su expresión plásticas y a otros otras. Para todos los gustos hay una muñeca de trapo.


miércoles, 22 de enero de 2025

LA CAMPAÑA BENÉFICA


 

Volví a ir a donde la uróloga, no porque quisiera sino porque me tocaba, estaba guapa con los labios pintados, debe ser que está enamorada. Estuvimos hablando del plan inmediato, que es buscar el dinero para la operación. Me dijo que no me hiciera los exámenes en este momento, porque esas vainas se vencen. El por qué se vencen lo explicaría Platón sin ningún problema. Los exámenes se vencen, diría el heleno, porque el cuerpo es corruptible y, por tanto, es mortal. Hoy estas bien y mañana mortadela. Así de sencillo.

El ateniense era una yema pelá.

Dinero yo no tengo, ni siquiera en el pensamiento.

Estoy pensado hacer una campaña de beneficencia cuyo slogan diga algo así como:

"SALVEN AL COÑO E MADRE DE OBED"

Como aquella película de la ballena, que era Willis al que tenían que salvar. No es que la humanidad vaya a perder mucho por un guevón menos. Pero como dice el Ortega y Gasset, la vida es radicalmente de uno y de nadie más. Nadie se muere por uno, ni siquiera aquella muchacha a la que le cantaba Sabina. Mucho menos le va a dolor a los demás lo que le duele a uno, eso también lo decía el Ortega.

Pensé pedirle al compadre Trump que me pagué una platica que le presté hace tiempo, pero imagino que el compadre debe andar con el culo a cuatro manos y es mejor dejarlo quieto.

Pedirles a los amigos no es posible, porque andan tan mamando como uno. Además, mis amigos son como aquellos de Serrat.

Hay que ir a otra fuente. Pero, ¿cuál será ésta? Es una interrogante arrecha, pero no estamos para estar filosofando sino para actuar y no en Broadway, precisamente.

Pedirle a Dios, no tiene sentido. Nos llevamos bien porque mutuamente nos ignoramos. Y a mí, en particular, me gusta el dios de Plotino, que es indiferente a toda verga. A nada le para bolas, y por qué, en última instancia, tenía que pararle bolas a tanto comemierda junto.

Los milagros ni se digan. Ni cuando las múltiples veces que me rasparon matemáticas en bachillerato se cumplieron. Yo tampoco los pedía. Las divinidades no son una caja de ahorro, para estar dándole a la gente las vainas que les piden.

Ya en el Metro el cupo para pedir y mendingar está reservado hasta el 3.500 después de la era cristiana. Ahí la gente si quiere se puede morir en el vagón y nadie le va a parar bolas. Hasta ajo venden en esa vaina y que para las caraotas.

Las opciones no son muchas, siempre han sido dos. El dualismo pitagórico es real.

La campaña va, eso sí. Nada de dejarse morir; porque si te dejas o no, igual te va a llegar.

También hay que contar que yo era individuo de número en aquel club que llevaba la Nacha Guevara con no sé quién, el "Club Pro Burla al Desvalido". Entonces no me puedo quejar, tampoco es que lo esté intentando.

Lo que si intento es conseguir ese dinero. El dinero está en alguna parte, no creo que me esté esperando. Pero yo lo estoy buscando, así como Rubén Blades busca guayaba.

Por ahora, en lo inmediato, me dedico al divino Plotino. Porque después de darle vueltas durante unos cinco o seis años a un problema filosófico ya lo encontró, como Plotino encontró la luz del entendimiento en la escuela de Ammonio Sacca. Y está saliendo de lo lindo. Pero eso no me genera dinero, sino hedoné.

Sigamos con la vaina de la campaña "PRO BURLA AL DESVALIDO OBED".

Ahora, hay muchos medios por donde uno puede pedir dinero. La vaina es que se lo quieran dar a uno. Primero dan el culo, que dinero. A esto ha llegado la humanidad.

Si Eva consiguió que la botaran del Edén, no puede ser imposible conseguir unos reales para una vaina tan insulsa como una operación de próstata. No estoy pidiendo para arreglar el yate que tengo Dubai, ni para la mansión que tengo en las afueras de Milán, ni para el ranchito en Venecia.

Es para una causa humanitaria que solo me compete a mí. Y ahí es donde está la vaina. Si fuese para una guevonada farandulera que moviera una masa de gente sería más fácil. Pero no es así.

Después hablan mal del individualismo, pero la verga es de cada quien. Como dice el dicho, cada quien lleva su procesión por dentro. Algunos hasta por fuera. Pero eso es otra vaina.

Tal vez necesite un manager, un influencer, un youtuber, una tiktok. Preparar una campaña de marketing. Algo así como:

"EVITEMOS LA EXTINCIÓN DE LOS DELFINES"

Y los delfines somos bonitos y les caemos bien a casi todo el mundo, porque nunca falta un coño e madre al cual uno le cae mal, y con razón.