sábado, 27 de enero de 2018

CONVERSACIONES DIFÍCILES Y DE APRENDIZAJE: CONSULTORÍA Y ASESORÍA FILOSÓFICA

Las conversaciones difíciles son aquellos sobre las cuales nos cuesta trabajo hablar. Sea por la dificultad del tema, la persona, la situación… Éstas siempre nos hacen sentir vulnerables o consideramos que nuestra estima está comprometida. Por cuanto el asunto de que tratamos es importante y el resultado incierto, o si tenemos un interés especial por lo que discutimos o por la persona con quien discutimos.

Todos nos enfrentamos a conversaciones a las que tememos porque nos parecen desagradables; son conversaciones que evitamos o a las que nos enfrentamos como si fuesen una bebida amarga. ¿Cómo enfrentarnos a este tipo de conversación? En primer lugar, la clave está en si hemos buscado la solución de las mismas en el lugar adecuado. Porque muchas veces nos esforzamos todo lo posible por buscar una solución, pero en el lugar equivocado. Esto es un fallo grave.

El problema está en nuestra manera de pensar, no necesariamente en nuestras acciones. Porque podemos esforzarnos mucho sin obtener resultados satisfactorios debido a nuestra forma de pensar. Por ello, mientras solo nos limitemos a preguntarnos: ¿Qué acciones debemos hacer de manera distinta en las conversaciones difíciles? No hallaremos nada nuevo. Pues solo nos enfocamos en las acciones, es decir, en el cómo.

Lo importante es entender: ¿Qué es lo que estamos enfrentando? y ¿por qué tiene sentido asumir otra forma de pensar acerca de las conversaciones difíciles? En las conversaciones difíciles, por lo general, lo que hacemos es «entregar mensajes», por ejemplo, tú haces juicios o tú enredas todo. Debemos dejar de «entregar mensajes».

Al abandonar la entrega de mensajes tenemos que pasar a la construcción de una «posición de aprendizaje» para abordar las conversaciones difíciles. Al asumir esta posición estamos en capacidad de entender y poner en práctica las acciones para llevar a cabo una «conversación de aprendizaje».

A la hora de abordar una conversación difícil lo mejor es proponernos metas realistas, esto es, metas factibles. Debemos por lo menos reducir al mínimo el temor y la ansiedad, eliminarlos de manera absoluta es una meta muy poco realista. Por ello, reducir y aprender a manejar el temor y la ansiedad es una meta más probable de alcanzar.

Plantearnos alcanzar resultados perfectos es algo que no ocurre. Lograr mejores resultados dentro de un conjunto de probabilidades es posible. Estas son metas adecuadas y satisfactorias, lo otro son atopías. 

Según nos señala Douglas Stone, toda conversación difícil implica tres tipos de conversaciones, al comprender estos tres tipos de conversación podemos alcanzar una «conversación de aprendizaje». Además, nos permiten descodificar la estructura de la conversación difícil.

Los tres tipos de conversación son: Primero, La conversación del "qué pasó". Toda conversación difícil implica un desacuerdo sobre lo que pasó o debió pasar; acá buscamos información cierta y válida para ambas partes ¿Qué mensajes se entregaron? Segundo, La conversación de los sentimientos. En toda conversación difícil se hacen y se responden preguntas sobre los sentimientos. Cómo somos afectados emocionalmente por la «entrega de mensajes», cómo está afectada la otra persona por tales mensajes. Tercero, La conversación de la identidad. Es una conversación con nosotros mismos, sobre lo que significa para nosotros la situación de la conversación difícil. Cómo nos modifica este tipo de conversación.

Para manejar eficientemente una conversación es necesario aprender a desenvolverse eficazmente en cada una de estas conversaciones. Debemos estar atentos al hecho de que por más eficientes que lleguemos a ser en el manejo de estas conversaciones, siempre se nos presentaran retos en cada una de las tres que no podremos cambiar. Por ejemplo, seguiremos involucrándonos en situaciones en las cuales desenredar «lo que pasó» será mucho más complicado de lo que sospechamos inicialmente.

En que cada uno de nosotros tiene información de la cual el otro carece, y hacer que cada uno de nosotros tengamos conocimiento de tal información no es fácil. También seguiremos enfrentándonos a situaciones cargadas de emociones que nos parecerán amenazantes, porque ponen en peligro aspectos importantes de nuestra identidad.

Referencias:
Facebook: consultoría y asesoría filosófica Obed Delfín
Youtube: Obed Delfín
Twitter: @obeddelfin

No hay comentarios:

Publicar un comentario