domingo, 11 de febrero de 2024

DE CARAPITA A ANTÍMANO


 

Hoy fui a Antímano, no iba pa’ esa verga desde 1984. Después diré porque fui esa vez. Llegué a la Estación del Metro de Carapita y ahí me bajé, porque el año pasado había caminado desde Carapita hasta La Yaguara, por una verga que se me ha metido en la cabeza. Y tenía pendiente ir desde Carapita hasta Antímano para ver cómo es la verga por esos lados. El propósito estaba pendiente y hoy lo hice.

Como ya dije me bajé en la Carapita y cruce para la acera norte, porque lo que me interesaba ver, en perspectiva, era la acera sur. Además, en la acera norte es donde está el perreo, el comercio, la verga de triana. Hay que estar pilas porque la Intercomunal de Antímano es ancha y lo pueden machacar a uno.

Empecé a echarle pata al asunto, pero está el distribuidor y ahí los caminos se bifurcan, como diría Borges. La verga medio se complica, porque hay que agarrar para un lado u otro. Vi que unos muchachos cruzaron la Avenida, saltaron un muro, cayeron al otro lado y siguieron caminando.

—Por ahí es la verga, me dije.

Y me fui detrás de esos muchachos. No me llevé nada, ni el morralito tricolor siquiera. Porque, según la metodología, estaba en una metodología exploratoria, estaba conociendo la zona.

No sé cómo como coño se llama la calle por donde caminé, ni me fijé. Porque iba más pendiente de los negocios y de qué hacia la gente. Tampoco se cuánta es la distancia que hay desde Carapita hasta Antímano, pero eso es pan comio; porque todas las tardes camino hasta Parque del Este y me regreso caminando. Por tanto, ya estaba entrenado para la caminata.




A la distancia se ve la Estación Antímano, que ahora sé que no está en Antímano, sino antes de llegar al pueblo. Vergas de la vida. Llegué al parque, donde se hace una Y, que es la entrada o salida del pueblo. Iba como una lombriz, y me dije voy a pasar por la iglesia de Antímano.

Y la iglesia es la razón por la cual yo fui a Antímano hace unos cuarenta años atrás. Por allá en 1984-1985. Porque estudiaba, creo Historia, o una materia semejante con el profesor Leszek Zawisza, y el trabajo del semestre fue hacer un levantamiento de esa iglesia. Cómo coño e la madre llegué a Antímano no recuerdo ni sé. El Metro para Caricuao, todavía no estaba en servicio. Creo que esa verga empezó a funcionar como en los noventa.

Lo verga fue que fui varias veces a tomarle fotos a la iglesia, hacer la planta de arquitectura, que es una planta en cruz; las fachadas y los cortes. En eso consistía el trabajo del semestre, que era parte de alguna investigación del profesor  Zawisza. Hasta un cirio me robé de esa iglesia, un cirio amarillo, como de más de medio metro. Qué se hizo no sé, debe haberse perdido en una de esas mudanzas.

Tampoco recuerdo cuanta nota saqué en esa materia.

La iglesia de Antímano es neoclásica, bella iglesia. Hoy estaba cerrada. En aquel tiempo yo entraba a esa iglesia como perro por su casa, no había ni cura. Yo nunca vi a ninguno, me metía a la sacristía, de ahí fue donde me robé el cirio. Subía para una verga que hay frente al pulpito, entraba a unos cuartos donde había unos santos y unos vestidos de vírgenes y otras vainas más. Y nunca nadie me dijo un coño. No recuerdo si estaba cercada, hoy si lo está.

Al frente de la iglesia hay un Cristo. Creo que en aquel tiempo no estaba, no lo recuerdo. Pensé que era un Cristo redentor, pero no tiene los brazos extendidos. Tiene los brazos extendido a los costados del cuerpo, no le vi ningún corazón en las manos. No sé a cuál iconografía pertenece, la próxima vez lo averiguo.




Después de ver la iglesia seguí caminando y como a dos cuadras está la plaza. Verga rara, la plaza Bolívar no está frente a la iglesia, como es costumbre. Tampoco el Bolívar de la plaza se parece un coño e la madre a Bolívar. El pedestal está de la puta madre, es de acero inoxidable. Pero el busto de El Libertador, no se parece un coño. Yo pensé que era otro carajo.

Porque aunque a mí no me gustan las plazas Bolívar, siempre miro la escultura y le tomo fotos. Pero ese carajo no se parece en nada a Bolívar.

—Pa’ allá queda la Guzmania, voy a verla. Me dije.

Y seguí caminando una cuadra más. Antímano es un pueblo de dos calles, una para ir y la otra pa’ venir. Así de simple. Pero fue un pueblo muy importante, porque por ahí era la entrada occidental hacia Caracas. Su importancia la perdió cuando abrieron la entrada por la bajada de Tazón. Una vaina reciente. Hasta la década de los cincuenta era un pueblo importante y con mucho movimiento de dinero.

Además, Antímano es el pueblo der Diablo de la Salsa, Oscar d’ León. De los lados del cementerio de Antímano es Oscar d’ León

Cuando llego a la cuadra donde está La Guzmania me doy cuenta, por primera vez, que ahí al frente de la casa de campo de Guzmán Blanco está la Estación del Metro Mamerto Chaparro. Nunca en la puta vida se me había ocurrido que la Estación Mamera está ubicada al frente de la Guzmania. Me había bajado muchas veces en esa estación, que es una estación muy bella, de una gran arquitectura; porque uno se baja a tomar el Metro si va para Zoológico o Las Adjuntas. Pero nunca había salido de la estación. Coño e la madre.

Ahora en la cuadra de la Guzmania hay un campito de beisbol, antes no lo había. Me fui bordeando la cuadra por frente al Cerro El Calvario, que hoy me enteré que se llama así. Y le di la vuelta buscando la entrada para meterme a ver la casa del Manganzón, del hijo del Padre de la Mentira como lo mentó el Taita Páez. La casa de campo de Guzmán Blanco.



A la entrada había una muchacha y unos policías, y pregunté si se podía pasar a visitar la casa. Como uno tiene cierto parecido con Brad Pitt y además es guapo, la muchacha me dijo cómo que me había visto en alguna parte, yo lo dije que trabajaba en la Ítaca laboral. Y de una vez buscó la llave de la casa, porque ella es una de las personas que hace la visita guiada a la casa museo.

Muy amable esta muchacha. La Guzmania está muy bella, fue restaurada entre el 2018 y 2021 cuando culminaron los trabajos de restauración y recreación de los ambientes. Además, hoy había un sol tropical con una brisa fresca, que hacia la visita algo muy agradable.

Vale ir a la Guzmania, es un centro cultural. Algunas semanas hay noche de boleros; otras en el anfiteatro al aire libre tocan salsa, tiene el campito de beisbol. Está del carajo. Muy bella la cuadra de la Guzmania, y a pata de mingo de la Estación Mamera. La Estación está al frente, cara con cara.


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