Es necesario
confiar en nosotros mismos[1]. Porque
en nuestro vivir, muchas veces, pensamos que las demás personas son algo más
grandes o más importantes que nosotros, y con esto disminuimos la confianza en
nosotros mismos. Se hace imperativo que
pensemos que somos importantes, que en lo que hacemos somos virtuosos. Eso sí,
con el valor justo de lo que pensamos y hacemos.
Esto no quiere
decir que nos vamos a convertir en unos sujetos engreídos, vanidosos y
petulantes. No, esa no es la idea. Lo que buscamos es construir esa confianza
en nosotros y para nosotros mismos. Por eso he mencionado el valor justo de
valer o de lo que valemos en nuestro pensar-hacer. Esto es a lo que está
dirigido el presente artículo.
La construcción
del orgullo y de la estima personal debe ser una de nuestras principales tareas,
pues ésta nos remite a la conformación de la autoconfianza. A estar orgullosos
de nosotros en un sentido ético y moral. A tener en alta estima lo que hacemos,
lo que pensamos, como nos relacionamos con nosotros y con los demás.
Podemos tener
flaquezas en ciertos momentos, pero esto no es ningún problema. Pues esas
flaquezas nos permiten dudar de lo que estamos haciendo, y en esta duda va la
reflexión si lo estamos haciendo bien o no. Lo contrario, seria la arrogancia
que excluiría toda posibilidad de evaluar nuestro pensar-hacer. La arrogancia
es como la temeridad, asunto de insensatos.
Si en un momento
no estamos seguros de nosotros mismos, es porque algo sucede. Y entonces
tenemos que preguntarnos: ¿Qué nos sucede? ¿Qué acontece en nosotros para que
haya esa inseguridad? Sin embargo, este momento dubitativo no es razón suficiente
para que la confianza o el confiar en nosotros disminuyan. Solo da la
posibilidad a una reflexión sobre nuestro hacer.
En esto de
confiar en nosotros está incito el conocernos, el saber nuestro pensar-hacer.
Pues, no puede ser suficiente el decirnos, como si fuese un slogan, que tenemos
confianza o que confiamos en nosotros. Creo que debemos empezar por saber qué
hacemos, qué somos, cuál es nuestro pensar-hacer, saber cuáles son nuestras
fortalezas, ver cuál es nuestro proyecto de vivir. Y allí vamos sabiendo quienes
somos, es decir, nos vamos conociendo.
La confianza en nosotros
mismos nos muestra que tanto nos aceptamos tal y como somos realmente, que tanto
estamos orgullosos de lo que somos, esto en consonancia con nuestras virtudes y
con nuestros valores éticos y morales.
La confianza es ir
hacia nosotros y hacia los demás de manera autónoma y espontánea. Es la certeza
en nosotros, en nuestra aura, en nuestro encanto, en nuestra belleza... de lo
queremos y hacemos. En esto debe fundarse esa idea del justo valor por
nosotros. En nuestro entorno, hay mucha gente que sufre de falta de confianza,
otros padecen de excesiva confianza muchas veces sin ningún motivo. Digamos que
estos son extremos que no tienen nada que ver con el justo valor.
Otra cosa que
debemos tener en consideración es que la confianza en nosotros mismos responde
a un conjunto de habilidades que poseemos y que, muchas veces, no valoramos o
no conocemos plenamente. Esto es parte del desconocimiento de nosotros. Tener
confianza en nosotros es querernos, es ser independientes e íntegros; es liberarnos
de esos qué dirán, y de otras series de creencias limitadoras.
La confianza en nosotros
es un aprendizaje, una construcción propia. Donde sumamos el conjunto de
nuestras fortalezas; la capacidad para integrarlas una a una nos permite actuar
y vivir cada día mejor con nosotros mismos.
Al confiar en
nosotros nos convertimos, como hemos indicado en otro artículo, en nuestro
propio centro de atención, nos convertimos en sujetos autónomos y carismáticos.
Esto nos permite cultivar nuestras habilidades y desarrollar la confianza
propia a lo largo del tiempo. Por sobre todas las cosas, confiemos en nosotros mismos.
Referencias:
Blogger: http://obeddelfin.blogspot.com/
Wordpress: https://coasfiobeddelfinblog.wordpress.com/
Twitter: @obeddelfin
[1]
Es artículo podría servir de complemento al presente https://consultoriafilosoficaobeddelfin.wordpress.com/2019/04/01/quierete-y-aceptate-por-lo-que-eres-consultoria-y-asesoria-filosofica/
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