En «Ralph Breaks the Internet» o «Wifi Ralph» para la
América que habla español, Ralph y Vanellope von Schweetz se ven envueltos en
los avatares propios que la amistad conlleva en sí. Pues, ellos se encuentran
en un mundo nuevo conformado por nuevas costumbres y nuevos personajes, que
ponen a prueba la amistad entre los dos.
Ambos personajes comparten su amistad conversando cada noche
sobre las cosas de la vida. En medio de esa conversa Vanellope muestra su frustración
por lo predecible que es su juego, tiene en sí la sensación del aburrimiento,
de hacer siempre lo mismo. Ella desea nuevas aventuras y emociones, ese es su
proyecto de vida.
Con el fin de reparar un desperfecto en el juego de
Vanellope, Ralph y Vanellope deciden aventurarse en el mundo del Internet,
mundo que para ellos es totalmente nuevo. Este mundo realmente fascinante Ralph
y Vanellope conocen Shank, quien conduce un auto en un juego de alto riesgo y
mucha adrenalina. Con el cual la niña queda fascinada porque equivale a sus
aspiraciones de aventuras.
Tal fascinación hace que Ralph se preocupe, al pensar que la
amistad entre ambos está en peligro. Este miedo lo llena de inseguridad. Por el
contrario, Vanellope está encantada con las emociones e imprevistos que
encuentra en el juego con Shank, algo totalmente diferente a lo que ocurre en
el rutinario juego del cual ella proviene. Por esta razón, desea quedarse en
este nuevo juego.
Ralph se deprime y su tristeza se hace más grande al enterarse
de la decisión de Vanellope. Desesperado por mantener su amistad con Vanellope,
Ralph busca de una manera de hacer que ella desista de su propósito, maquina
que el juego debe convertirse en algo aburrido para que ella desista de su
proyecto.
Ralph, en su desesperación, consigue un virus para sabotear
el juego. Él solo quiere que los autos se hagan lentos y aburridos, y así la
niña se fastidiará y querrá volver a su mundo originario. Sin embargo, el virus
tiene la capacidad de copiar, replicar y transmitir cualquier tipo de «inseguridad»
que encuentre.
Como Vanellope sufre de una falla en sí misma, el virus la
copia y la propaga; esto causa que el juego se bloquee y se reinicie, lo que pone
en peligro la vida de ambos. Ralph le confiesa a la niña la mala conducta que
ha tenido y que él ha sido el culpable de ese desastre. Vanellope se enoja y le
dice que la deje sola. Ralph está saboteando el proyecto de vida de Vanellope.
El virus, por otra parte, registra las inseguridades en que Ralph
se encuentra, las propaga y pone en riesgo la existencia de Internet de ellos
dos nuevamente. Ya en una situación de destrucción total, Ralph se dirige a los
clones —que son sus temores— y se reprende a sí mismo por tener una actitud posesiva
y egoísta. Al mismo tiempo que entiende su actitud temerosa, reconoce que el
deseo de Vanellope por quedarse en internet no significa que su amistad va
terminar.
Esto reconocimiento le permite a Ralph resolver sus inseguridades.
Asimismo, le permite tener otra perspectiva sobre la amistad y estar en paz consigo
mismo. Lo que hemos querido mostrar con este largo cuento es que la amistad es
un asunto entre dos personas, donde cada una vive su individualidad; la cual
está conformada por sus anhelos,
aspiraciones y deseos.
La amistad es lo que nos permite vivir en un mundo social,
participar del intercambio con los demás. Pero seguimos siendo individualidades
que compartimos e individualidades compartidas. Debemos entender esto, porque
la amistad es algo muy importante porque con ella construimos nuestro entorno.
La amistad es un compartir, no es el sometimiento de uno por el otro.
Nuestras inseguridades personales nos llevan, muchas veces,
a actuar de modo similar a Ralph. En vez de apoyar las aspiraciones de la otra
persona tratamos de reducirlas a nuestros miedos. Pues, por nuestros miedos nos
vemos amenazados de ser abandonados y quedarnos solos; entonces asumimos
actitudes hostiles que pueden dañar a la otra persona y la amistad entre ambos.
Muchas veces consideramos que actuamos correctamente. Sin embargo, solo
actuamos en nuestro beneficio.
Nuestros miedos nos confunden y nos hacen actuar de manera
errada. Anteponemos nuestras inseguridades a la amistad. Dejamos de comprender
que la amistad es algo entre dos, una construcción social y emotiva que incluye
dos individualidades que se comparten entre sí.
Cuando nuestras inseguridades se anteponen a la amistad,
hemos dejado la amistad a un lado sin darnos cuenta y solo estamos pensando en
nosotros. Pensamos que podemos quedarnos solos y eso nos asusta. Debemos
comprender que la amistad es la relación que abre un mundo de posibilidades, de
intercambios productivos; en el cual ambas individualidades tienen la
oportunidad de expandirse como personas. La amistad se sustenta en fortalecerse
uno a otro.
La amistad es apertura, ver al otro como un reino en sí
mismo. Es el intercambio opiniones para buscar mejores alternativas de
solución, ver lo que es beneficio y lo que no lo es. La amistad no es la solidaridad
automática y no pensada, ésta es una relación que reflexiona en y para el bien
de ambos. De allí que permite el mutuo apoyo reflexivo y el reconocimiento de
la otra persona como un proyecto de vida.
En tanto proyecto de vida, somos algo que se va realizando a
medida que pasa el tiempo. Nos van apareciendo nuevas actitudes, nuevos
propósitos, nuevos anhelos y eso hay que entenderlo. Si no lo entendemos es que
estamos actuando de manera arbitraria, donde solo pensamos en nuestras aspiraciones
y negamos las de la otra persona. Que es lo ha sucedido con Ralph.
La amistad no se pierde porque la otra persona realice o
busque realizar sus deseos. Cada uno de nosotros tenemos expectativas que
deseamos llevar a cabo. Cada uno de nosotros tenemos nuestro proyecto de vida y
éste necesariamente no tiene que coincidir con el de la otra persona. Si se
produce un alejamiento, esto es válido.
Lo que hay es que preservar es esa emoción, ese sentimiento
que nos une a la otra persona. El cual nos permite compartir un mundo social
lleno de diferencias mutuas. Entender que somos diferentes y que cada uno se
hace cargo de sus deseos, de su proyecto de vida el cual queremos realizar. La
amistad requiere del mutuo apoyo porque ésta siempre es endeble, es como un
barco en una tormenta, dice la canción, que lleva por capitán y timonel un
corazón.
Referencias:
Twitter: @obeddelfin
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