La importancia de la
cooperación siempre ha sido considerada relevante. Pues, quienes han salido
victoriosos ha sido porque han sabido cooperar de manera eficiente en los diferentes
conflictos en que se han visto envuelto.
Tener mejores técnicas y herramientas
es adecuado, pero a éstas se debe agregar ser capaces de colaborar de manera
más eficaz. Los sujetos más disciplinados superan, a la larga, a los
desorganizados y los equipos mejor cohesionados prevalecen sobre los desorganizados.
Equipos minoritarios señorean
sobre las masas porque están mejor organizados y saben cómo cooperar eficazmente
en defensa de sus intereses. Por el contrario, las masas son desorganizadas e incapaces
de llevar a cabo una colaboración efectiva. En las relaciones de poder, los
equipos minoritarios se aseguran de que las masas no aprendan a cooperar. Los mismos
se mantienen en el poder gracias a una organización eficaz, solo caen cuando se
convierten en una organización deficiente.
Los cambios en una sociedad los
hacen pequeñas redes de cooperación y no las grandes masas. Para producir algún
cambio debemos preguntarnos: ¿cuántos de los que nos apoyan son capaces de colaborar
eficazmente con nosotros? Además, los cambios se producen cuando un equipo se
sitúa en el lugar y momento adecuado.
La cantidad importa, pero es con
la cooperación efectiva con la que podemos asumir el control de algo. Por tanto,
es fundamental tener una organización eficiente en nuestro hacer, de resto
podemos naufragar y no alcanzar el éxito.
Obed Delfín Consultoría
y Asesoría Filosófica
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