Las fallas en
la comunicación son uno de los problemas más importantes en los intercambios
interpersonales dentro de cualquier ámbito. No obstante, los problemas de
comunicación suelen ser síntomas de dificultades más profundas, y a ello hay
que estar atentos. El sujeto perceptivo debe buscar, en primer lugar, las
causas de los problemas de comunicación, en lugar de limitarse a combatir los
síntomas. Primero se debe indagar, para luego actuar.
Entre los
problemas de la comunicación, tenemos FALTA DE PLANIFICACIÓN de ésta. Una buena
comunicación no es obra del azar, de allí la necesidad de diseñar ésta.
Determinar las razones de una instrucción, seleccionar el canal más rápido,
elegir el momento adecuado son acciones que favorecen la comprensión y reducen
la resistencia del interlocutor. Otro problema común son los SUPUESTOS CONFUSOS.
Tales supuestos son de importancia y suelen pasarse por alto; muchas veces
basamos nuestra comunicación en supuestos no comunicados y basamos nuestros mensajes
en éstos. Los supuestos no aclarados, por ambas partes, por lo general llevan a
situaciones de confusión y, en consecuencia, en pérdida de la buena voluntad de
las partes involucradas.
La DISTORSIÓN
SEMÁNTICA es otro problema más. Ya que tal distorsión puede ser deliberada o
accidental, en ambos casos genera confusión. Porque las palabras distorsionadas
provocan reacciones distintas. Por ejemplo, para algunas personas el término
"gobierno" puede significar interferencia o gasto deficitario; para
otras, por el contrario, puede significar ayuda, trato igual y justicia. Qué
significado tiene la palabra empleada en un contexto determinado, eso debe
estar bien definido en una comunicación. Los MENSAJES DEFICIENTEMENTE
EXPRESADOS, son otras de las complicaciones en la comunicación. Pues aunque las
ideas del emisor están bien determinadas, el mensaje puede resentirse por el
uso de palabras mal elegidas, omisiones, incoherencia, mala organización,
oraciones torpemente estructuradas, obviedades, jerga innecesaria y falta de
claridad respecto de sus implicaciones. Esta falta de claridad se puede evitar
si ponemos más cuidado en la codificación del mensaje, y en expresar bien el
mensaje que deseamos transmitir.
Otro ruido que
se genera en la comunicación es el de la PÉRDIDA POR TRANSMISIÓN Y DEFICIENTE
RETENCIÓN. Un mensaje al ser transferido en una serie de transmisiones, de una
persona a otra, se vuelve cada vez más impreciso, se produce la pérdida de la
transmisión. Igualmente, se da con la deficiencia de retención de la información.
Repetir el mensaje para validarlo o constar que es correcto y emplear varios
canales resulta necesario. Ya que en el camino el mensaje se diluye y en cada
retransmisor puede haber una deficiencia de retención, lo cual agravando que el
mensaje llegue a su destino final de manera correcta.
La ESCUCHA
DEFICIENTE Y EVALUACIÓN PREMATURA, es otra de las dificultades que se presenta
en la comunicación. Escuchar exige total atención y autodisciplina. Requiere,
asimismo, que quien escucha (el receptor) evite la evaluación prematura de lo
que dice el hablante (emisor). Es muy común
nuestra tendencia a juzgar, a aprobar o reprobar lo que se dice, en vez
de hacer un esfuerzo por comprender el marco de referencia desde el cual se
está comunicando hablante. La COMUNICACIÓN INTERPERSONAL es el modo más eficaz y
sencillo de transmitir algo a otra persona; ésta requiere de un contacto frente
a frente en condiciones de apertura y confianza. Para mejorar nuestra
comunicación no necesitamos ni costosos ni sofisticados medios de comunicación;
lo que necesitamos es la disposición a participar en una comunicación frente a
frente.
Si hay algo es
entorpece la comunicación es la DESCONFIANZA, la AMENAZA y el TEMOR. Estas tres
emociones fundadas en el miedo minan y bloquean toda comunicación. En un
ambiente en el que estén presentes y sean predominantes estas pasiones, todo
mensaje será percibido con escepticismo. Por ejemplo, la desconfianza puede ser
producto de las incongruencias conductuales de la otra persona, o el temor
debido a actitudes autoritarias y abusivas, nunca permitirán una comunicación
entre iguales. Otro aspecto a tener en cuenta entre las dificultades
comunicacionales es el PERIODO INSUFICIENTE PARA LA ADAPTACIÓN AL CAMBIO.
Algunas comunicaciones necesitan de una capacitación o adaptación personal o
ajustes profesionales, por ejemplo. Los cambios nos afectan de distintas
maneras, de modo a veces necesitamos de tiempo suficiente para reflexionar sobre
el significado de ciertos mensajes. Por ello, para alcanzar una mayor eficiencia
en la comunicación es necesario no forzar el cambio de comprensión, ya que
necesitamos adaptarnos a las implicaciones de los mensajes recibidos.
Otra contrariedad en la comunicación, y muy
común, es la SOBRECARGA DE INFORMACIÓN. Podemos pensar que un abundante flujo
de información puede ayudar a resolver los problemas de comunicación. Sin
embargo, un flujo desmesurado de mensajes puede dar como resultado un exceso de
información, lo que trae consigo un embotamiento en la persona, una indigestión
comunicacional. Cada uno de nosotros responde a la sobrecarga de información de
manera distinta. Primero, debemos seleccionar la información para desestimar la
que no consideremos pertinente en cierto momento. Segundo, si estamos o nos
sentimos abrumados por demasiada información podemos cometer graves errores al
procesar ésta. Tercero, por lo general, reaccionamos a la sobrecarga de
información rehuyendo de ésta; la desechamos sin procesarla para buscar alivio
a tal sobrecarga.
Debemos
estar atentos a estas situaciones para que la comunicación puede ser fluida y
bien definida. Lo que nos permitirá establecer diálogos más eficientes y con
resultados exitosos. Que es lo por lo general buscamos al comunicarnos con otra
persona, sea en el ámbito que sea.
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