“Muñecas de trapo en Rosa” es una propuesta artística del Movimiento Muñequero Amoroso que todos los 19 de octubre inaugura una exposición artesanal de muñecas de trapo. Como bien sabemos, el 19 de octubre de cada año se conmemora el Día Internacional de lucha contra el Cáncer de mama, y ésta ha asumido el color rosa como identidad universal.
La edición 2023 se lleva a cabo en el Museo Jacobo Borges, ubicado en la parroquia de Catia, muy cerca de la Estación del Metro Gato Negro en el área del Parque del Oeste.
De esta manera, las muñequeras rinden un homenaje a todas las mujeres que padecen y han padecido el cáncer de mama. Es una exposición que busca la toma de conciencia, por parte de todos, sobre este tipo de cáncer. Porque aunque quien lo padece físicamente es la mujer, el ser procreador, arrastra en sus consecuencia a toda la familia y a todos los amigos.
Es en este sentido, “Muñecas de trapo en Rosa” es un acto estético, porque busca despertar las sensaciones y las percepciones ante este padecimiento. También, esta praxis estética, busca concientizar a todo el sexo femenino, en primera instancia, para que esté alerta y tome las previsiones necesarias, porque esto es fundamental.
En la edición 2023 participan unas 104 muñecas, esto ha rebasado las expectativas que estaban por el orden de las 30 o 40 muñecas de trapo. Las muñequeras de trapo son artesanas, cultoras, solidarias entre sí y con la comunidad.
La naturaleza de la muñeca de trapo, como parte de la cultura tradicional y urbana, transforma las sensaciones de unas circunstancias tristezas y complejas como es el padecimiento del cáncer de mama, en particular. Porque éste cercena o disminuye, por una parte, la feminidad y, por la otra, el sostenimiento natural de la procreación; porque ataca la fisiología femenina que define nuestra especie. Pues somos mamíferos.
Las muñecas de trapo, por lo general, pertenecen a la belleza. No obstante, en esta exposición ellas, las muñecas, conjugan el drama y las circunstancias dolorosas de este cáncer con la belleza. Estamos, entonces, irremediablemente ante lo sublime. Ante ese sentimiento de arrobamiento, que un temor nos arrebata y enmudece.
Nuestro juicio ante lo sublime, en el caso de las muñecas en
rosa, nos permite una emoción propia de la necesidad que muestra el signo de una
obligación moral. Se trata de un temor-terror en lo presentado y de la
exaltación en lo impresentable. Puesto que la causa estética presente nos place
con una sensación de displacer. La analítica de lo sublime, en este sentido, pertenece
a la razón práctica y emocional.
Ante cada muñeca, la disposición del espíritu y el
sentimiento de lo sublime es una disposición particular que atrae y al mismo es
terrible por lo que manifiesta; pues la emoción ejerce su influencia sobre la
imaginación, con el objeto de hacerla entender esta conformidad artística con
el dominio la circunstancia práctica.
No importa si el juicio sobre lo sublime no supone cierta
cultura, porque éste no se origina ni en la cultura ni en la convención social,
sino que se fundamenta en la naturaleza emocional humana y en aquello que, a la
par del entendimiento, es atribuido a cada quien y de cada persona en su
posibilidad de abrirse al mundo, a saber, en la disposición de cada uno de
nosotros para el sentimiento relativo a las circunstancias del sentimiento
moral.
En este medio de este movimiento de apertura al mundo se articulan las relaciones entre lo práctico y lo emotivo. Esta articulación ocurre en la experiencia estética, la cual posee una legalidad propia, de manera que se opera una reunificación del todo personal, que transforma el nexo de cualidades morales y la verdadera virtud de lo sublime.
El sentimiento sublime de la moderación del dolor tiene en
su naturaleza algo de penoso. Este sentimiento es un displacer, no es una sensación
que se produce cuando el peligro reina como una soledad absoluta. Cualquier
cosa que excite nuestra idea de dolor y peligro, de cualquier situación terrible
es fuente del sentimiento de lo sublime; pues produce una fuerte emoción más
allá de lo que la racionalidad es capaz de sentir.
Por eso las reacciones que genera lo sublime son contradictorias,
pues están por encima de nuestra libre elección. Tales emociones se dan en un
estado puro del sentimiento, desprendidas de lo consciente impulsadas por un
movimiento libre. Son empujadas por las sensaciones al encuentro de efectos
intensos.
La idea de la muerte es, en general, una idea que afecta más
que el dolor, porque ninguno deseamos la muerte. Esto hace que el dolor sea más
doloroso, pues consideramos a éste como un emisario que reina en el mundo de
los espantos. Cuando el peligro está demasiado cerca somos incapaces de dar
alegría. Pero a cierta distancia y con ciertas modificaciones se transforma en
una experiencia estética, como es el caso de las “Muñecas de trapo en Rosa”,
que en ese drama son un canto a la vida, a la virtud de vivir.
La sublimidad, que se conmemora, en esta exposición se
inscribe en el marco de las pasiones más intensas. Esta radicalidad agita el
espíritu e impide toda indiferencia, ya que está involucrada una pasión que
conduce al displacer.
En medio de las circunstancias dolorosas, por ser
contradictorias, el placer estético aparece como efecto reconciliador con la
vida. Acá es justo que el espectador esté en el punto más elevado de sus
expectativas, para conjugar la debilidad de las artes de imitación y la
proclamación del triunfo de la verdadera compasión, que aquellas expresan.
La sublimidad artística, en este caso particular de las
muñecas en rosa, se origina en el dominio de las pasiones, en esa ficción del
dolor y del peligro tal como están representadas. No obstante, es gracias a esa
representación que se percibe y reconoce lo sublime de las pasiones humanas en
la vida real. En el lenguaje de esta tragedia está el poder de conmover a
través de la manifestación figurativa de las muñecas de trapo.
Lo sublime en el caso de las “Muñecas de trapo en Rosa” no es ni oscuro ni áspero ni opaco, aunque no tiene adornos innecesarios él está soterrado en medio de la belleza de las muñecas. De esta manera, lo sublime está expresado sin que se pierda la aprehensión por el dolor y el peligro desconocido.
“Muñecas de trapo en Rosa” es una expresión de lo sublime, por lo que ella muestra y representa. Asimismo, es un poema en trapo a la vida, a la esperanza, a la lucha, a la mujer. En eso consiste la grandeza de esta exposición, en ser un rezo que canta y canto que reza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario